La amabilidad parece ser hoy en día algo NUEVO que aprender, en lugar de ser parte de la naturaleza humana. Te preguntarás: ¿es difícil ser amable en un mundo donde todo confronta, se miente y se finge? Un mundo donde todos quieren mostrar la perfección en vez de la belleza del alma, donde parecería cuesta arriba alcanzar la sencillez como parte del éxito en la vida.
Debemos recordar que la amabilidad es parte de nuestra esencia humana. En todas las culturas se expresa de diferentes formas, pero sigue siendo amabilidad. Lo importante es ver lo que permite la convivencia en cualquier ámbito de la vida, profesional o personal. La amabilidad siempre será una puerta abierta de suave transitar, permitiendo que las mentes humanas sean capaces de desarrollar su total capacidad, ya que no existirían los niveles de estrés ni los bloqueos por tanta hostilidad diaria.
Logros personales no se materializan por estar en situaciones de bloqueo que se exponen ante las personas. La falta de amabilidad puede parecer algo inofensivo, pero es invasiva cuando se convierte en normalidad, algo que no debería ser en un entorno actual. El mundo hoy se desarrolla bajo parámetros de poderes de supervivencia, limitando a muchos para mostrar sus capacidades desde otra óptica. Cuando digo óptica, me refiero a la sensibilidad plena de muchas personas, quienes no tienen la capacidad de enfrentar la falta de amabilidad en la convivencia diaria con la sociedad a la que están expuestas.
Cabe resaltar que somos seres creados para desarrollar nuestra capacidad y potencial creativo en diferentes áreas de nuestra mente. Cada persona trae dones y talentos únicos, pero no todos tienen la capacidad de enfrentar situaciones de hostilidad, frenando en ellos sus potenciales. Estas personas muchas veces llegan a creer que son incapaces de lograr desarrollo profesional o metas sencillas en sus vidas personales, ya que los escenarios a los que se enfrentan parecen un camino de amarguras y total falta de amabilidad.
La amabilidad es un regalo para la vida diaria. Tener este concepto como herramienta primordial de vida permitiría un mundo con menos violencia, casi podría decir que la violencia no existiría. Ser amables genera una química positiva en nuestro cerebro, tanto para el dador como para quien lo recibe. Ser amables es un gran reflejo de tu mundo interno; ser amables con los demás es ser amables contigo mismo. Las personas creen que solo están dando sin recibir y eso es una creencia muy limitada, obstruyendo la convivencia positiva que el mundo requiere hoy.
La amabilidad es buena para el corazón (reduce la presión arterial) y nos permite experimentar la oxitocina en nuestro ser. El sistema nervioso sería una avalancha de creación continua de actos basados en construir y no destruir al otro.
La amabilidad retrasa el envejecimiento. A nivel bioquímico, es la combinación de muchas cosas, pero los dos protagonistas son el proceso de los radicales libres y las inflamaciones, que resultan de llevar un estilo de vida poco saludable y, en especial, de vivir en hostilidad y amargura, sin nada de amabilidad contigo mismo y tu entorno. No importa qué exista frente a ti, tú sé tú mismo. Vive bonito y sé amable. Todo es para ti, y lo que dejas en otros es una ráfaga de luz que se devuelve en un todo para todos. Además, te sentirás mejor en todo y para todo.
Pueden leer en La Nota Latina/La Nota-latina.com
Cultiva el amor propio desde tu alimentación
- La suegra: ¿Amiga o enemiga? - noviembre 6, 2024
- Aprender para crecer: La clave del progreso personal y profesional - octubre 9, 2024
- Rompiendo con el narcisismo: Señales de alerta y cómo sanar - septiembre 24, 2024