Para Karen Hoyos, líder transformacional, motivadora, autora y activista de diferentes causas sociales, que lleva a Colombia en su piel, en su actuar y sentir, la vida es un regalo universal que Dios nos ha dado para vivir con un propósito: evolucionar, crecer y servir.
Sentada entre una multitud que aplaudía al reconocido orador motivacional estadounidense Anthony J. Robbins, Karen Hoyos sintió la voz de Dios en el oído que le decía: “esto es lo que vas a hacer el resto de tu vida”. Por una invitación de una amiga, a quien considera uno de sus ángeles, había asistido a esa conferencia donde encontró su propósito de vida: ser coach. Ella recién llegaba a los Estados Unidos desde su natal Colombia, embarazada de mellizos, acompañada de su mamá y huía de una relación maltratante en la que casi pierde la vida. Cuando su cabeza fue apuntada con una pistola por su ex pareja, imploró al Creador por una segunda oportunidad y se la concedió.
Esa oportunidad se la brindó la tierra americana donde Karen Hoyos ha logrado convertirse en una reconocida coach internacional, en una “coach de coaches”, título que se lo da el hecho de tener un promedio 30 mil personas graduadas en sus seminarios; ha certificado a más de 500 coaches y ha atendido conferencias con más de 10 mil personas. Manejar grupos tan numerosos no lo logra quien no tiene las herramientas para hacerlo sino alguien a quien le gusta el servicio porque como ella dice: “no hay nada que llene más a un ser humano que estar en servicio para otros”.
La hermosa barranquillera, quien ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo, entre ellos “Mujer Humanitaria” 2017 por la alcaldía de Los Ángeles, es pionera en su área. Abrió el camino a otras mujeres porque cuando se inició, hace trece años, esa área era exclusiva de hombres. Ser coach no estaba de moda. Un largo y productivo camino ha transitado desde entonces, pero recuerda con viva emoción su primera conferencia y sobre todo su particularidad.
“Para mí siempre la última conferencia fue la mejor y la próxima será la mejor. Sin embargo, mi primera conferencia tiene un lugar especial en mi corazón porque la realicé para 500 presos condenados a cadena perpetua. Fue un reto extremadamente grande porque qué le podías decir para motivarlos. Entonces decidí pedirle a Dios que hablara, pensara y actuara a través de mí. Ese día dejé que Dios se comunicara conmigo mediante mi corazón. Ellos fueron tocados e inspirados. Muchos encontraron su propósito de vida escribiendo libros, hicieron negocios dentro de la cárcel. Desde ese entonces, considero que una persona que se transforme completamente representa una bendición”.
–¿Cuál es tu propósito de vida?
–Ser coach para que las personas encuentren y vivan su propósito de vida y puedan elevar la conciencia de la humanidad a través de herramientas de transformación neuroencial creada por mi empresa; entrenar a entrenadores, certificar a certificadores, ser coaching de coaches y líder de líderes para que estas personas puedan generar un impacto permanente en el mundo y entre todos podamos crear un mundo de paz y prosperidad.
Karen y la congruencia
Karen ha logrado destacarse y convertirse en una coach diferente y de prestigio porque, entre otras razones, ha sido congruente, algo que cuesta mucho al ser humano. Su éxito como coach lo resume de la siguiente manera: “Debemos ser congruentes, no solo ante el público, clientes, frente a las cámaras y detrás de los reflectores. Lo más importante es saber quién eres tu cuando nadie te está viendo. Debes tener un desarrollo personal constante. Para ser congruentes con el mensaje que llevamos es indispensable que se haya pasado por una transformación integral primero y que siempre se haga auto coaching y que permanentemente sigamos educándonos para entregar siempre lo mejor. Debemos tener claro, además, cuál es el valor especial que nos hace únicos y no temer a ser diferentes. Cuando eres tú mismo, no existe la competencia porque no hay nadie como tú. Ser coach de prestigio es sinónimo de responsabilidad, de perseverancia y enfoque. El coach debe ser fruto de nuestra propia semilla. Debe ser la mejor versión de uno mismo”.
–¿Para qué sirve el coaching?
–Sirve para generar un impacto permanente en los resultados de la vida de un ser humano en cuatro áreas principales: relaciones, finanzas, salud y espiritualidad. El coaching que practico es el de la esencia, donde combinamos: mente, corazón y acción para que la persona desde su esencia espiritual pueda quitar aquellos bloqueos que no generan resultados en su vida, descubra su propósito, mantenga una relación espiritual con el dinero y pueda ser feliz.
Su ego se llama Carmen
Cuando te conviertes en celebridad y además, eres bella, es muy difícil no tener ego. Sin embargo, a sus 35 años, Karen ha sabido manejarlo y hasta se atrevió a darle nombre: lo llama Carmen.
“Al ego no debemos dominarlo. Lo que siempre comparto con las personas es que para no dejarlo que nos controle es mejor reconocerlo. El mío se llama Carmen y es controladora, le gusta todo a su forma, es la parte inconsciente. Todos los seres humanos tenemos ego, pero el ego no es solo sentirse más que otros, es también sentirse menos, compararse, hacerse pequeño. Es nuestro falso ser. Entonces, cuando aparece el ego, aparece la vocecita en la cabeza que nos dice lo contrario a nuestra esencia. Cuando el corazón dice sí, el ego dice no. Cuando el corazón dice confía, el ego dice: qué tal si te hacen daño. Cuando el corazón dice lánzate con ese negocio, el ego dice: no, qué tal si pierdes. Le digo a Carmen: gracias por compartir, por recordarme que soy noble que estoy aquí para servir, para evolucionar… Si te dice eres tonta, le contesto: gracias por compartir, por recordarme que soy inteligente… Si te dice: estás quebrado, nunca lo vas lograr, eres un perdedor… Gracias por recordarme que vivo en abundancia, que soy elegida para triunfar y dejar un propósito. Cuando lo reconocemos, es más fácil dejarlo ir y no permitir que controle nuestras vidas”.
— ¿Qué consejos le das a aquellas personas que quieren ser coach?
–Es importante reconocer que ese llamado venga del corazón, que no venga del ego sino desde la esencia. Ser coach es un propósito de vida, no es algo temporal, es permanente. Si la visión es temporal no es para ti, si la visión es permanente es tu llamado y debes seguirlo. Deben prepararse primero, transformar su vida primero, deben invertir primero en ellos por medio de seminarios, entrenamientos, certificaciones, maestrías, cualquier otra herramienta que se requiera para transformar tu vida y volverte un ejemplo. “Ser el cambio que quieren ver en el planeta”, como diría Ghandi. Es importante reconocer que se requiere perseverancia y transformar la relación espiritual con el dinero. Existen muchos coach en el mercado que no hacen nada de dinero, tienen una apariencia maravillosa, hablan lindo, excelente contenido, pero no tienen idea del negocio. Yo era una de ellos. Los primeros 4 años no hice nada de dinero, no lo veía como eso, un negocio. El día que cambié mi mente y transformé mi relación con el dinero, hice mi millón de dólares en ventas en menos de tres meses. El coach debe saber que esto es plataforma de negocios y que debe entrenarse en esa área para sanar sus bloqueos financieros para que pueda crecer espiritual y financieramente. Pedirle siempre a Dios que lo ayude a hacer su mejor versión.
Para esta líder transformacional, motivadora, autora y activista de diferentes causas sociales, que lleva a su país en su piel, en su actuar y sentir, la vida es un regalo universal que Dios nos ha dado para vivir con un propósito, evolucionar, crecer y servir. Ella vive agradecida con Dios, con sus hijos Estevan y David, con su mamá, familia, pareja, trabajo, amigos y también vive su éxito con propósito porque lo camina todos los días en su elección de ser feliz, de servir y generar abundancia en su vida y en el mundo. Ella es #PoderLatino
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