Contra viento y marea es una expresión que se usa para significar que hago lo que quiero, así se caiga el mundo. La popular expresión también se aplica en el caso de las dictaduras que gobiernan un país de acuerdo con sus caprichos y sus intereses egoístas. Pero, esta es la expresión que quiero usar para explicar los hechos que están sucediendo en Colombia, en donde el gobierno de extrema izquierda de Gustavo Petro, llamado el gobierno del cambio, se convirtió en una aplanadora que se lleva por delante lo que sea, y lo que no se lleva por delante, simplemente lo aplasta. Colombianos, la Aplanadora del Cambio, propuso hace varios días al congreso de la república una ley, en la que se incluían facultades legales al presidente de la república, para conceder el indulto a quien él quiera. Pues esa propuesta no paso justamente por eso, porque el presidente Petro, pretende indultar contra viento y marea a los detenidos de la llamada Primera Línea, los mismos que le ayudaron a revolcar al país en el 2021. Los detenidos de la Primera Línea, están siendo investigados por delitos que no tienen nada que ver con una protesta pacífica.
¿Que pretende entonces Gustavo Petro con su nueva propuesta, o mejor dicho su nuevo capricho, que sería aprobado si o si, antes del 24 de diciembre de este 2022, llevándose por delante el estado de derecho y la constitución del país, y aplastando al poder judicial colombiano? Pues, Petro pretende indultar a sus jóvenes que no hicieron nada malo, y darles trabajito en el gobierno, nombrándolos dizque Gestores de Paz. Entonces aquí la pregunta es. ¿Hasta dónde quiere llegar el gobierno del cambio, o mejor dicho la Aplanadora de Petro, imponiendo su voluntad a costa de la violación de los derechos de los ciudadanos de bien? Lo digo sin vergüenza alguna. Colombia va camino de convertirse en una dictadura. Ya la mermelada está bien repartida, y está bien repartida entre los partidos políticos, que se consideraron, no hace mucho tiempo atrás, anticomunistas, y defensores de las libertades democráticas y del estado de derecho, y que ahora respaldan al gobierno del cambio.
¿Ahora, que hace Gustavo Petro respaldando al hoy expresidente del Perú Pedro Castillo? Porque pedir a la CIDH, que intervenga ante la fulminante destitución de un presidente, a quien se le comprobaron actos de corrupción, y además, quien intento dar un autogolpe de estado, es intervenir en las decisiones políticas de otro país. Castillo declaró la disolución del congreso democrático del Perú, e intento torcer las facultades de la Justicia peruana. Pedro Castillo, intento convertirse en dictador disolviendo el congreso, y manipulando la justicia, pero no le funciono. Y hablando de justicia, volvamos al caso de la liberación de los jovencitos de la Primera Línea. El fiscal General de Colombia, Francisco Barbosa, sentó su posición con respecto a los integrantes de la famosa Primera Línea, que hoy están presos por varios delitos que aparentemente no son excarcelables. Barbosa dijo a la Revista Semana, que los únicos que merecen pasar una buena Navidad son los ciudadanos que han cumplido la ley. Ahora, lo cierto es que los individuos que están presos, están siendo judicializados por terrorismo, tortura, daños a bienes públicos y privados, y homicidio, y Petro pretende nombrarlos Gestores de Paz.
Estas personas privadas de la libertad están acusadas de los diversos delitos arriba mencionados, y este sábado 10 de diciembre el Fiscal General de Colombia, se volvió a referir a este hecho, señalando que es una medida peligrosa. “El Ejecutivo no puede incidir en decisiones tomadas por la Rama Judicial frente a delitos comunes, como los que se cometieron en el marco de las violentas protestas, expresó el Fiscal a la Revista Semana”. ¿Entonces, que sucedería si Petro aún por encima de la ley, libera a sus muchachos? Sencillamente que sería el comienzo de una dictadura en la que no se respeta el estado de derecho. Además, se sienta el peligroso precedente, de que los delitos cometidos en el marco de una protesta, pueden ser conmutables porque preexiste la figura de Gestor de Paz. Pero, yo pregunto. ¿A quién se le ocurre una bestialidad como esta, en la que a los delincuentes se les premia, mientras que los ciudadanos de bien esperan justicia? Este es un mal precedente, que se transfiere en obstrucción a la justicia.
¿Igual que ocurrió con Alias Violeta, una guerrillera del ELN, quien fue detenida en operativos contra ese grupo guerrillero, acusada de poner una bomba en el baño de las mujeres del Centro Comercial Andino en el Norte de Bogotá, en el que murieron 3 personas y otras 8 quedaron con lesiones de por vida? Esto también es impunidad, señores. Alias Violeta fue excarcelada y se encuentra en Caracas, dizque como Gestora de Paz de los diálogos con el grupo guerrillero al cual pertenece. El Fiscal Barbosa terminó diciendo. “Las imputaciones y las acusaciones se dieron por la comisión de delitos que no tenían nada que ver con las protestas. Aquí nos enfrentamos a delincuentes, no a manifestantes. Aquí los únicos que merecen pasar una buena Navidad son los ciudadanos que han cumplido la ley. Además, hay una situación de zozobra, ellos no se han comprometido con las víctimas ni con la sociedad. Las decisiones judiciales no pueden ser intervenidas por otra rama del poder público”. Esto comentó el fiscal, quien dejó absolutamente clara su postura en contra de esta iniciativa. ¿Entonces, se está convirtiendo el Fiscal General de Colombia, Francisco Barbosa, en una piedra en zapato para el Gobierno del Cambio? Este será tema de un próximo informe.
Pueden leer en La Nota Latina/La Nota-Latina.com
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