Continuamos con una guía muy especial de lo mejor que ofrecen los Cayos de la Florida: cientos de pequeñas islas que se adentran en el mar hacia el sur de la península del Estado del Sol. Una larga autopista enlaza el continente con Cayo Largo, Tavernier, Islamorada, Layton, Marathon, Big Pine Key, Cudyoe Key y Key West.
IslaMorada
Podrías pasar días saltando alrededor de la cadena de pequeñas islas que conforman Islamorada y, mientras lo haces, The Moorings Village es el lugar perfecto para alojarte. Construido en 1936 en una antigua plantación de cocoteros, el complejo alberga 18 cabañas de playa ubicadas en medio de paisajes tropicales a pocos pasos del Atlántico. Ochocientas palmeras salpican la propiedad y no hay escasez de hamacas para descansar debajo de las frondas verdes.
También puedes visitar las galerías que se encuentran en el distrito artístico y cultural de Morada Bay: cada tercer jueves del mes es la caminata artística nocturna del distrito. También sugerimos visitar la cervecería Florida Keys Brewing Company para una especial degustación local.
Robbie’s Marina, uno de los puntos más emblemáticos de los Cayos de Florida, se encuentra en la punta de Lower Matecumbe Key, en la milla 77.5. Es una especie de barrio costero que incluye un mercado al aire libre, un puesto de deportes marinos y el restaurante Hungry Tarpon. Por cuatro dólares te darán un cubo de cebo para alimentar a las criaturas marinas que saltan y se revuelven. Después, puedes tomar un tour ecológico por las prístinas aguas de Islamorada con el Capitán Sam Zeher o simplemente relajarte en el muelle con un «Robbie’s Trailer Trash Bloody Marys».
Cuando llegue la hora de la cena, sacúdete la arena de los pies y enfila hacia Pierre, donde el chef Bobby Stoky sirve el marisco fresco que uno esperaría encontrar en la capital mundial de la pesca deportiva. Además, en el patio al aire libre, es buena opción disfrutar una copa de Chardonnay en Marker 88 que tiene una excelente carta de vinos para una comida relajada. En cualquier lugar, la famosa puesta de sol de los Cayos garantiza un espectáculo memorable.
Marathon
Una de las mejores opciones para comer pescado fresco es Hawks Cay Resort en Duck Key, una isla de bolsillo a unas 20 millas al sur de Islamorada. El complejo, que recibió un fuerte azote del huracán Irma, reabrió sus puertas en agosto pasado con una renovación de $ 50 millones que incluyó un rediseño completo de sus espacios públicos y habitaciones, dos nuevos restaurantes y un enclave solo para adultos llamado Oasis Cay.
Vale la pena tomar un ferry a la pintoresca Pigeon Key para una dosis de historia. Hace más de 100 años, el magnate Henry Flagler imaginó un Ferrocarril de Ultramar que unía la Florida continental con Key West. El proyecto fue apodado «la locura de Flagler». Nadie creía que su ambicioso plan se realizaría. Sin embargo, a pesar de los detractores, la línea de ferrocarril se terminó en 1912 y se convirtió en el Puente de las Siete Millas. Durante la construcción del ferrocarril, más de 400 trabajadores vivieron en Pigeon Key, que ahora figura en el Registro Histórico Nacional.
Key West
Encuentre un respiro en el hotel Parrot Key, que reabrió sus puertas en enero luego de una minuciosa reconstrucción posterior al huracán. Toda la propiedad refleja el encanto de Old Key West: jardines tropicales, piscinas paradisíacas y pintorescos bungalows, sillas Adirondack de color azul en los porches y hamacas que se balancean bajo las palmeras. Los ventiladores de techo giran perezosamente en Grove, el nuevo restaurante al aire libre del resort. El servicio de transporte de Parrot Key conduce a los huéspedes a la playa de Smather o al corazón del casco antiguo.
Con cuatro millas de largo y dos millas de ancho, Key West está hecho para andar en bicicleta. Pedalea y disfruta a lo largo de Whitehead Street hasta la Casa y Museo de Ernest Hemingway. Más tarde, degusta el ron Hemingway que produce el galardonado Papa’s Pilar. La sede principal de la empresa, ubicada en un antiguo almacén de tabaco, es en parte destilería, en parte sala de degustación y en parte museo. Encuentra un lugar en el bar y prueba los deliciosos, oscuros y rubios rones.
Cuando el sol empiece a ponerse, sube a bordo de la elegante goleta de tres mástiles de Danger Charters para una velada de cata de vinos. O bien, dirígete en el ferry privado a Sunset Key para una aventura gastronómica en el exclusivo restaurante del hotel Sunset Key Cottages, donde el chef ejecutivo Jerry Crocker trabaja la magia culinaria a través de mariscos locales. Cócteles innovadores, manteles blancos y vistas de la isla de ensueño completarán una velada memorable.
FUENTE: Travel + Leisure
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