Una intensa y emotiva jornada vivió Chiapas, donde el sentir de los pueblos ancestrales indígenas tanto de México como de Guatemala se hizo sentir a lo largo de todos los eventos programados. El Papa Francisco, habló con fuerza sobre la necesidad de pedirles perdón y criticó a quiénes por la ambición del poder y el dinero le ha quitado sus tierras, los han excluido y hasta han contaminado el medio ambiente.
En un contexto festivo, distinguido por notorios signos de la cultura indígena y en un marco de una sencillez avasallante, como preámbulo a una actitud también proveniente del Vaticano y del sumo pontífice, el papa Francisco dijo durante la misa celebrada en San Cristóbal de las Casas: “Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir perdón, perdón hermanos”.
Francisco indicó también que de muchas maneras se ha querido silenciar el anhelo de la justicia y la paz: ““De muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma, de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar», resaltó ante grupos indígenas Tzeltal, Tzotzil, Chol, Tojolabal y Zoque, quienes participaron en la misa con cánticos y lecturas litúrgicas, expresadas en sus propias lenguas, lo que hizo aún más emotivo el encuentro.
Francisco alzó la voz por los indígenas: «Muchas veces, de modo sistemático y estructural vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores su valores, su cultura y sus tradiciones», agregó. Así que instó a “no seguir haciéndonos los sordos”, y fue más allá al tocar el tema del medio ambiente, pues ésta es una de las “mayores crisis ambientales de la historia”. En su reflexión expresó que como sociedad tenemos mucho a aprender de estos pueblos indígenas: “ellos tienen en este tema mucho que enseñarle a la humanidad, ya que saben relacionarse armónicamente con la naturaleza”.
“La creación también sabe levantar su voz, esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que dios ha puesto en ella (…) Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores”. Así que el anhelo de los pueblos indígenas recibió respuesta en el sumo pontífice que no ignoró la pobreza, la violencia, la exclusión y el dolor de los habitantes de Chiapas, tan desasistidos históricamente. Con un gesto de rotundo agradecimiento, tanto los sacerdotes de origen indígena que participaron durante la ceremonia como los propios representantes de los pueblos indígenas convocados agradecieron la presencia del papa entre ellos: “aunque muchas personas nos desprecian”.
El papa al finalizar la misa dispuso un almuerzo con 8 líderes comunales indígenas y allí compartieron con total frugalidad. El objetivo de estar cerca de los más necesitados se cumplió. Cabe destacar de esta visita a Chiapas, la autorización del uso de lenguas indígenas en las mismas y liturgias. Como regalo, Francisco recibió ejemplares de biblias en lenguas indígenas locales.
Luego de su visita a la Catedral, el papa participó en un encuentro con enfermos e indígenas y de allí partió a una oración ante la tumba de Samuel Tatic Ortíz, reivindicando su papel pastoral fundamental en pro de los pobres de Chiapas y finalmente, dirigió el Encuentro con las Familias en el Estadio Víctor Manuel Reyna de Tuxtla Gutiérrez, donde en contraste hubo actos musicales y artísticos, así como también notable presencia indígena.
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