La adaptación de los hispanos a la vida socioeconómica y cultural en Estados Unidos es más fácil para unos que otros. El sitio web de finanzas personales WalletHub analizó está situación y La Nota Latina les comparte los resultados y cómo se vive este proceso en la Florida.
Vivir en un país diferente al de procedencia no es un proceso fácil, por muchas razones. La asimilación varía y depende de muchos factores. Los analistas de WalletHub compararon 50 estados y el Distrito de Columbia a través de 14 indicadores clave. Para medir cómo los hispanos se han adaptado a la sociedad estadounidense consideraron la fluidez para hablar inglés y datos sobre propiedad de vivienda.
En La Florida los datos establecen sobre los hispanos lo siguiente: el 1% de la población de más de 18 años ya se ha naturalizado como ciudadanos de los Estados Unidos y el 6% de los hispanos residentes cuenta con licenciatura.
A nivel educativo, la asimilación hispana en La Florida ha permitido que cada día más haya interés en mejorar en aspectos como matemáticas y lectura ocupado el sexto lugar general y el séptimo lugar en rango de graduación de estudiantes de secundaria en escuelas públicas.
La Florida ocupa el noveno lugar de ingreso promedio anual para los hispanos, décimo segundo lugar en cuanto a tasa de desempleo hispana y rango de propiedad de vivienda propia y octavo lugar en cuanto a tasa de pobreza entre los hispanos en Estados Unidos.
El proceso va por dentro
Asimilarse a la cultura estadounidense no es fácil para nadie, para algunos incluso es doloroso. Como describe el Instituto de Política Migratoria se trata de un proceso social en curso: “Se requiere mucho más que aprender a hablar el idioma dominante o contar dinero en la moneda local. La plena integración a la sociedad estadounidense y la economía en general, lleva más de una generación, con hijos de inmigrantes superando de forma fiable a sus padres en el nivel educativo, situación laboral, la riqueza y la propiedad de la vivienda”.
La comunidad hispana abarca actualmente el 17,4% de la población total de Estados Unidos y es el segundo grupo étnico minoritario más importante junto a los asiáticos. Y es que su crecimiento se ha debido a los nacimientos naturales en el país. El informe revela también que la Florida ha sido el sexto estado en donde es mayor la integración económica de los hispanos con índices favorables de asimilación cívica y educativa. Los mejores índices de asimilación cultural y cívica apuntan hacia Vermont, mientras que a nivel educativo nos orientan hacia West Virginia.
Donde se habla mejor inglés entre hispanos es en Montana y donde menos en la Florida. Más ciudadanos naturalizados hay en Florida, que en un estado donde se supone mayor presencia hispana: Nuevo México. Estados como Vermont, West Virginia, Maine y Kentucky cuentan con los mejores rangos de graduación estudiantil entre hispanos, muy al contrario de California, Colorado y el Distrito de Columbia.
Los mejores promedios estudiantiles en test de matemáticas y lectura para hispanos están en Louisiana, Kentucky, Missouri, Montana e Indiana y los más bajos: Rhode Island, Connecticut, Massachusetts y North Dakota.
Gente hispana en la mira de la política
No es de extrañar que con el rápido crecimiento y la asimilación a la cultura y economía estadounidense, los actuales grupos políticos hayan considerado entender y también ‘asimilar’ la importancia de conocer y mantener contacto con el segundo grupo etario más importante de Estados Unidos. Y es que pueden llegarles a través de ofrecerles información sobre cómo adaptarse más fácilmente al país que ahora llaman hogar.
Los expertos consultados por WalletHub han seguido de cerca el crecimiento hispano que comprende un amplio grupo con características muy distintas: los inmigrantes de primera generación nacidos en México y América Latina, los niños nacidos en Estados Unidos considerados su ‘segunda generación’, y los estadounidenses de origen hispano cuyas familias han vivido en Estados Unidos durante cinco o más generaciones.
Muchos de esos hispanos provienen de México y Centroamérica que arribaron a los Estados Unidos con modestos o escasos niveles de la educación, para trabajar en oficios como industria textil, industria de alimentos, agricultura, servicios de limpieza y servicios de construcción.
La segunda generación, o las posteriores de estos inmigrantes, más bien se han desarrollado en otras áreas profesionales, dedicándose a la gestión económica, gerencia, negocios, medicina y profesionales de mayor nivel. Así que a partir de estos descendientes, la asimilación es prácticamente complete.
Brechas raciales, ¿por qué hay diferencias y cómo cerrarlas?
En Estados Unidos predominan los asiáticos y los hispanos, amén de una serie de nacionalidades de todas partes del mundo. Entre los inmigrantes que representan alrededor de la mitad de los hispanos adultos en los Estados Unidos y tres cuartas partes de los adultos estadounidenses de Asia, vemos diferencias sustanciales en la educación debido a las leyes de inmigración y el legado que recibieron de sus primeros empleadores. Por tradición los mexicanos se dedican a la agricultura, mientras que los filipinos se dedican más hacia el área de salud (antaño se contrataban enfermeras de Filipinas). Los asiáticos se ocuparon de brindarles mejor educación a sus hijos en Estados Unidos, no así con la modesta educación de México y América Latina, aunque se ha visto mejoras en los últimos años.
Legalizarse es el primer paso para la asimilación hispana: mejora la situación económica de las familias de inmigrantes con miembros indocumentados. Estudios recientes muestran que cuando los padres se legalizan o emprenden la naturalización, los hijos –incluso si los niños cuentan con ciudadanía estadounidense, aunque los padres no- tienden a mejorar en las escuelas e incluso a ir a la universidad y concluir con sus estudios. Así que si es importante cumplir con este primer paso si quiere un mejor futuro para la familia.
Si la reforma migratoria ayuda a ofrecer el camino de la ciudadanía para obtener trabajadores con mayor grado educativo de reserva, es un bien general para la nación. Y de esto están tomando nota los políticos, grupos de activistas y hasta civiles que quieren una mayor integración porque a la larga los inmigrantes, sean del grupo que sean, contribuyen a la economía de los Estados Unidos.
Mientras las familias de inmigrantes puedan trabajar con dignidad, aprender el idioma y la forma de vida, conocer las leyes, asegurar una educación de cierto nivel para sus hijos, podrán participar de una mejor forma al desarrollo general. Los expertos consultados por WalletHub consideraron opciones para facilitar la asimilación: programas de aprendizaje en inglés para los inmigrantes adultos (legales o indocumentados) a muy bajo precio o gratuitos y el ofrecimiento de licencias de conducir para inmigrantes indocumentados con el fin de ayudarles a aferrarse a puestos de trabajo (facilita también el acceso hacia la obtención de seguro). Para ello se puede contar con el apoyo de las organizaciones comunitarias que pueden servir de centros para la instrucción, dar clases adicionales de educación cívica, historia y otras que puedan hacer más fácil el proceso. Al igual que aprovechar el contacto con el gobierno para iniciar los trámites de la nacionalización cuyo costo es de 680 dólares por persona y conocer los beneficios de la campaña multilingüe Stand Stronger, iniciativa de la Casa Blanca.
Evelyn Navas @EcnaproAsesoria
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