Te invitamos a conocer cuatro enseñanzas sobre los espíritus de Halloween, que te ayudarán a descubrir que hay seres en otras dimensiones que influyen en nosotros y cómo podemos controlar su autoridad en nuestras vidas.
Se acerca Halloween y el disfrute de las festividades en torno a los temas de espíritus y monstruos esta presente. ¿Sabes lo que estás haciendo cuando vistes a tus hijos con «trajes» que pretenden ser algo que no son? ¿Te has preguntado por qué todos esos dulces?
Se ha dicho que en el Tíbet, el uso de la joyería con la cabeza de una calavera significa que tienes control sobre los espíritus en tu vida. ¿Tienes control de los espíritus en tu vida? ¿Tienes derecho a llevar una cabeza de calavera, lo que representa tu dominio sobre la parte espiritual de tu vida?
Si nos fijamos en los temas de Halloween podemos obtener conocimiento acerca de los espíritus y tal vez lograr más control sobre las otras dimensiones de nuestra vida. Es hora de prestar atención a lo que todas las religiones han tratado de enseñar: hay seres en otras dimensiones que influyen en nosotros y podemos controlar y disminuir su influencia, a menudo insidiosa, en nuestras vidas.
Disfraces en Halloween
Los espíritus saben cómo «cambiar de forma». Pueden hacerse pasar por el tío que murió, por un Ángel de la guarda, o la Virgen María. Esa es la mala noticia. La buena noticia es que no pueden mantener una forma que no sea fiel a su esencia. Hay una técnica para saber si la presentación del espíritu es real; sencillamente espere treinta segundos. Si notas que cambia su forma, lo más probable es que no sea un guía espiritual, sino un espíritu burlón.
Repartir dulces y caramelos
Los espíritus se nutren con el alcohol, las drogas y el azúcar. Uno de los signos de intrusión de espíritus es una adicción al azúcar y/o dulces. Al repartir caramelos «pacifica» a los espíritus hambrientos. Con frecuencia, cuando visites restaurantes tailandeses o chinos, verás que tienen frutos como una ofrenda a la puerta. No trates de agarrar los frutos que no son para ti, son ofrendas a los espíritus. Es un tipo de soborno espiritual o para pacificar los espíritus.
¡Boo!
A los espíritus no les gustan los ruidos fuertes, ni las personas mandonas. Prefieren las personas temerosas, sumisas y deprimidas. El grito de ¡boo! es en realidad una «expulsión de los espíritus».
Monstruos en el clóset
Los espíritus aman la oscuridad, entonces ¿por qué tu hijo está durmiendo en la oscuridad cuando dice que hay un «monstruo» en el clóset? ¿Dónde está escrito que tu hijo debe dormir en la oscuridad? Los espíritus aman la oscuridad y aman los clósets porque son oscuros. El hecho de que tu hijo pueda «ver» los espíritus, significa que el niño no se cierra a las influencias de otras dimensiones.
La próxima vez que tu hijo te diga que hay monstruos que salen del clóset por la noche, aplica las enseñanzas de Halloween. Dile a tu niño que use su voz y las manos para ahuyentar a los espíritus, incluso anímalo a usar la palabra ¡boo!
No estoy sugiriendo que necesitas añadir una cabeza de calavera a tu joyería, pero sí te recomiendo que finalmente aceptes lo que tu religión ha estado tratando de decirte: hay maneras de hacer frente a la presencia de espíritus en tu vida.
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