En un acto protocolar, la Fundación Latinoamericanos Unidos celebró su inclusión como miembro número 79 de la OEA con la entrega de la medalla Abraham Lincoln 2017 a personalidades que han realizado un aporte significativo a la sociedad.
El 20 de mayo es una fecha significativa: se celebra la Independencia de Cuba, más no su libertad, por lo que esta fecha fue tomada por la organización Latinoamericanos Unidos que preside Alba Lucía Vélez, para conmemorar ese hecho histórico, festejar su inclusión como miembro número 79 de la Organización de Estados Americanos (OEA) con la entrega de medallas a personalidades que en diferentes áreas del saber humano han realizado un aporte significativo a la sociedad.
La Universidad Albizu fue el escenario que congregó a personalidades como el príncipe Emmanuel Abiodum Aderele de Nigeria; el catedrático Luis Alberto Ambroggio; el conde Otto F. von Feigenblatt; la fundadora de PACE Club, Marjorie Murillo y el doctor Luis Suárez, quienes recibieron la medalla Abraham Lincoln. El presidente de la OEA, Luis Alfredo Almagro y Adrián “Duquecito” Hernández, otros dos homenajeados, no pudieron asistir, por motivos laborales, para recoger su condecoración.
El acto se inició con la presentación de los himnos de Nigeria, Puerto Rico, y el himno nacional de los Estados Unidos que fue magistralmente interpretado por la cantante Mariana Martínez. El decano de la Universidad Albizu, Etiony Aldarondo, ofreció las palabras de bienvenida y el presidente-fundador de la Fundación Latinoamericanos Unidos, Alfred Santamaría, en un interesante discurso habló de la grandeza de Miami como el lugar más multicultural de los Estados Unidos que da cabida a personas de diferentes partes del mundo, representadas esa noche en dicha ceremonia.
Asimismo, destacó la importancia de la imposición de la medalla puesto que Abraham Lincoln fue un “líder con una vocación de servicio invaluable y quienes reciben su medalla también están comprometidos con la comunidad”.
El gran Fabrizio, como siempre, se lució en su interpretación y la agrupación colombiana Fueron y Chonta evocó con su música nuestras raíces. Mención especial merece la participación del tenor David Presler quien entonó la canción de invocación. La comida estuvo a cargo de la chef Mariline Villa. Sin duda, fue una velada para inspirar.
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