Se podría afirmar que el norte de Francia es el gran desconocido debido a la dura competencia que representa, entre otros destinos, la Provenza francesa, las imponentes ciudades de la Costa Azul, y por supuesto, la rutilante París. Pero lo cierto es que esta parte de la geografía del país galo ofrece pueblos fascinantes y pintorescos que se han congelado en el tiempo, atesorando castillos medievales, vistas de infarto, calles empedradas y puentes románicos.
Barfleur
En el pasado fue considerado uno de los puertos más importantes del norte de Francia. Dominado por la silueta de su iglesia forma un conjunto verdaderamente encantador. Hoy es un pintoresco y encantador pueblo marcado por un largo pasado marítimo. Es miembro de la asociación de pueblos más bellos de Francia. Su paisaje se caracteriza por las casas verdosas de granito gris y pizarra, así como por las playas de arena y roca que invitan a evadirse dando un relajado paseo.
Boulogne Sur Mer
La bella ciudad de Boulogne Sur Mer presenta un valioso patrimonio cultural y su título especial de Ciudad de Arte y de Historia lo avala. Actualmente se encuentra totalmente amurallada y su puerto pesquero fue el primero en ser construido en Francia. También es famosa su gastronomía, basada fundamentalmente en el pescado de la zona. Su privilegiada situación junto al Canal de la Mancha lo convierte en un parada obligatoria. Uno de sus puntos turísticos más característicos es la ciudadela, el lugar elegido por el emperador Julio César para la ocupación romana.
Granville
En plena Baja Normandía, el centro histórico de Granville se extiende a lo largo de un promontorio rocoso por lo que también es conocida con el apelativo de la Mónaco del Norte. Entre su patrimonio arquitectónico y cultural, rico en antiguas residencias en granito, destaca el museo-jardín dedicado a la figura y obra de Christian Dior y el de Arte Moderno constituido a partir de la colección privada del librero parisino Richard Anacréon.
Deauville
Si venías buscando playa, has llegado a tu destino, pero hay más. Gracias a sus puertos, marinas, centro de conferencias, casino y hoteles de lujo, Deauville está considerada como la «reina» de las playas normandas. Es el pueblo preferido de los franceses que quieren tumbarse en la arena y darse un baño cuando visitan el norte de Francia. Deauville está considerado uno de los destinos turísticos de lujo de Francia.
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