Tenemos una enorme capacidad para generar culpas, temor, condenar a alguien al infierno, y en momento de desesperación se busca un culpable: Dios, y simplemente todo esto es un invento humano.
ESPECTÁCULO NOCTURNO
Esa noche alguien en el nombre del infierno tocó mi puerta,
Atravieso enjambres de malezas, pilas de
cenizas hasta las rodillas. Mi garganta pareció un pozo
y se prendió fuego en mi cara.
Salté al lado de la cama, mi piel parecía estar llena de jengibre.
Hubo un momento en el que mi palma sobre
la delgada película de mi frente podía medir la fiebre que brotaba.
Me arrodillé, una animosidad silenciosa y bien intencionada.
Silbé por misericordia. Dios me dijo:
Es TU invento, yo no ando en esas lides.
Simplemente era mi confusión por el sufrimiento,
Una caída puede ser hacia arriba, no confundas las notas
y cambies la melodía. Un viento suave hizo
desvanecer al emisario, simplemente, una polilla nocturna.
Me sumergí en el aroma de mi jardín.
Corrí la cortinas de la ventana, clausurando nuevas llegadas.
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