Creo que estamos un poco equivocados con lo que pensamos de nuestro país porque son tantas las visiones del mismo y tan pocos los elementos comunes que obviamente algo chirría en ese difícil tema de la identidad nacional. Hace tiempo que esta no existe, por otro lado, no como en la época del Impero español. Lo que tenemos es una no identidad o un vacío de sentido como españoles que lo rellenamos con otras cosas ajenas a este concepto. Parece que tenemos el deseo de ser españoles y de que España exista, pero muy en el fondo cada vez tenemos claro que significa eso. Y defendemos esa idea sin saber si es defendible en realidad, lo que nos lleva a confusión.
Hay que tener en cuenta que el territorialismo que existe desde los Reyes Católicos sigue vigente y eso hace un crisol de visiones dispares de este país por poco tiempo llamado España. Y digo por poco tiempo porque creo que esto es así. Para hacer una aclaración, España significa tierra de conejos. Esa fue la impresión que se llevaron los primeros conquistadores romanos al ver una superpoblación de estos animales. En el fondo, sigue así, hay una superpoblación de todo y ninguna identidad común, sino un puzle extraño y abstracto que nos llevará a una disolución de ese fantasma que creemos tener de nuestra identidad.
La mejor manera de acercarnos a la verdad sobre nuestra identidad actual y alejarnos de las visiones rasgadas que nos quieren hacer creer los diferentes partidos políticos, enfrentados, es analizar lo que piensan de nosotros en el exterior. ¿Cuál es la imagen que tienen de este país? Según el informe anual del Real Instituto El cano, la polarización política ha hecho perder nuestra credibilidad fuera de las fronteras. Según creen los europeos, y no europeos, la imagen española cada vez es más débil. Existe además la convicción de que el surrealismo y absurdismo son elementos esenciales en la política de nuestro país.
Hablando en el idioma de la cafetería a la que vamos a salvar el mundo, a los españoles cada vez se nos toman menos en serio en las instituciones transnacionales, lo que nos deja en una situación geopolítica preocupante. A mí esto me asusta mucho más que lo que dicen unos políticos de otros dentro de España. Por eso digo lo de este país por poco tiempo llamado España, porque esa es la imagen real de nuestro país, no la que creemos. Y ese proceso disolutivo sigue su avance aún.
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