Y la noche no se hace oscura y el día sigue brillando, no cedemos aunque el empedrado del camino invite a una derrota.
Ese hilo duro
No balas no humo
El paisaje debajo de mi pecho
topografía de pinos,
tierras bajas de arcilla, techos de
de estaño. . . y la mentira en todo eso.
mascar la fruta en la que puedo dejar
mi marca o en un lector (lo suficientemente dispuesto)
pero algo, algo más del lenguaje de la pérdida.
Fe, negación, o verdad.
Mente hambrienta, vacía e insistente.
malezas, malezas maduras
para tirar
un tramo de metáfora fértil.
en este momento cuando no cae el hacha
con más árboles de los que podrían llamarse
y las flores siempre floreciendo
Como si el ojo debe estar siempre alerta
y con lágrimas. No como si nuestros ojos estuvieran
hechos para mirar hacia otro lado.
Y sé que las imágenes podrán ser
Un ‘casi’ como un hilo suelto burlando
la boca de la aguja. Disculpe.
Sólo partes, un instante a la vez.
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