Seguro que la primera imagen que te viene de una raíz es la de un árbol gigante y que no se mueve, pero si te dijera que existen raíces en movimiento van a decir: ¡Marybel se volvió loca! Todos tenemos un toque de eso, si no creo que nuestra vida sería algo insípida. Eso es harina de otro costal, tema para otra carta. Sin embargo, nuestro recién finalizado taller de Narrativa e Identidad Cultural dictado por la acuciosa y sabia doctora Adriana Barragán, mexicanísima ella, supe que somos raíces en movimiento. ¿Cómo es eso? Les cuento.
Culpo al gen aventurero de mi bisabuela Rosenda, de quien solo tenemos datos ambiguos, que llegó sola a Altagracia, Isla de Margarita, procedente de islas Canarias, y echo raíces en ese pueblo. Dejó su raigambre de tradiciones en mi familia. Es decir, se llevó sus raíces (identidad) con ella. Sembró su árbol en otro lugar. Es posible que, mi abuela Ricarda, tomará de ella esa costumbre de ponerle al café clavos de especie. El dulce olor despertaba, a punta de tres de la tarde, a los adormecidos vecinos de la calle Santa Ana.
Ese gusto por conocer el mundo, estoy segura de que me vino de esa antepasada. En mi niñez, cuando recorría a mi pueblo montada en mi bicicleta verde con manubrio con tiras de colores, soñaba con conocer el mundo y a personas de diferentes nacionalidades. El primer brinco lo di para Caracas y en la “Sultana del Ávila” estacioné mi “Lancha Nueva Esparta”. Nunca dejé de hablar de donde venía, de mi familia, de mi gente. Mi identidad siempre me acompañó. Era “una margariteña en Caracas”. De hecho, muchas de mis amigas me llamaban: Margarita.
Años más tarde, di un salto cuántico y aterricé en Estados Unidos, era mi destino. Aquí coloqué en el mesón de mi cocina mi arepa, empanada de cazón, tequeños, cachitos y mi pabellón criollo. Ahora soy una venezolana en Miami. La visualización que tenía de conocer a personas de otras partes surtió efecto, es decir, la Ley de la Atracción funciona. Trabajando para DIRECTV y solo, a través del oído, pude conocer la identidad del hispano.
Cuando decimos crear nuestro concurso de cuentos “Cuéntale tu Cuento a La Nota Latina” fue para preservar nuestra identidad, que representan las tradiciones y costumbres que nos hacen únicos y si no las ponemos en papel desaparecerán. ¿Cómo conocemos otras civilizaciones?, por lo que se dejó escrito.
A Andrés, mi hijo, le digo “Chicho” y no hay palabra más cariñosa de un padre margariteño para su crío que esa. Lo enseñé a comer nuestra comida, a hablar nuestro idioma y siempre le dijo de dónde vengo, aunque el haya adoptado la cultura americana. Vive las dos. De eso se trata.
Cada uno de ustedes es una raíz en movimiento porque su identidad la llevan consigo. Qué lindo seria que pudieran contarla en un cuento sus vivencias, es el legado que les dejaremos a nuestros hijos. Es la resistencia, como dice la doctora Adriana Barragán, a los antivalores. No dejemos que nuestra raíz se quede asfixiada bajo excusas, pongámosla en movimiento, desenfundando la pluma. Hasta el 9 de septiembre la esperamos. Pueden enviarla a tuhistoriacuenta@lanota-latina.com
Como siempre, nos encanta dejar un mensaje relacionado con la Biblia. El manual de instrucciones está lleno de personajes que son referencia a raíces en movimiento, pero que nunca abandonaron su identidad. Una de ellas fue la leal Ruth, quien acompañó a su suegra Noemí a vivir a Moab y luego a Belén, debido a la hambruna en Israel. “Ambas, Noemí y Ruth se dirigieron hacia Belén, donde se establecieron. Allí, Ruth, ganó muy buena reputación debido a su integridad y trabajo. Vivía en esa ciudad un hombre muy rico, dueño de muchas tierras, llamado Boaz, quien admiraba tanto a Ruth que le proporcionó a ella y a Noemí bastantes alimentos”. Ruth: 2:5-7,20
Los queremos mis corazones bellos. Gracias por leer nuestras reseñas, compartir y publicitarse con nosotras. Recuerden que aquí estamos para redactarles una nota de presentación, la entrevista que les ayudara a potenciar sus marcas, llevarles sus redes sociales desde cero o escribirles su historia y convertirla en un libro.
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