Debemos tomar consciencia de que no somos simples espectadores en el Universo que nos rodea sino creadores activos de nuestra realidad. La fuerza creadora de nuestra vida se manifiesta a través de tres niveles: pensamiento, palabra y acción.
El cerebro y la mente son herramientas de las cuales disponemos para generar el pensamiento y la palabra y trabajan por atención y repetición. Cuando pasamos por una experiencia a la que le hemos otorgado atención estimula nuestros sentidos y el cerebro la almacena en el subconsciente en forma de anclajes. Biológicamente lo que sucede es que se van creando caminos neuronales en el cerebro con los pensamientos que vamos teniendo y sus correspondientes imágenes y emociones. Así es como se van formando los sistemas de creencias.
Por ejemplo: si cuando niños tenemos una imagen negativa del matrimonio de nuestros padres porque peleaban todo el tiempo y vivían distanciados vamos a asociar todos esos elementos con el concepto genérico del amor. En nuestra mente el dolor, el conflicto y la distancia emocional conforman el programa que rige el amor de pareja y cuando seamos adultos atraeremos personas y experiencias que reproduzcan y refuercen ese programa mental.
Los programas mentales actúan desde el subconsciente de manera automática y reproducen nuestra realidad. Si no estás a gusto con una realidad específica de tu vida debes revisar el programa mental que la rige. Las siguientes estrategias son propuestas para cambiar tu realidad desde tus programas mentales:
- Escribe lo que deseas lograr para tu nueva realidad o en el mejor de los casos coloca una imagen bien clara de lo que deseas para ti. Concéntrate en una sola cosa a la vez para que reciba toda la fuerza de tu energía. De esta forma el cerebro se enfoca en lo que deseas para ti independientemente de tus programas mentales previos.
- Agradece lo que esperas recibir porque pedir solo refuerza la escasez. Verbaliza tu agradecimiento para darle el poder de la vibración.
- Entrégalo al Universo eso significa confía en el proceso porque una duda en lo que esperas recibir significa en el fondo dudas en que eres capaz de lograrlo.
- Actúa en consecuencia. Sólo en la medida que puedas alinear pensamiento, palabra y acción e impregnarlo con la emoción de la certeza de lo que ya te ha sido dado podrás manifestar.
Es importante resaltar que cuando los programas mentales están asociados con heridas emocionales de nuestra infancia el proceso de manifestar una realidad diferente va a depender directamente de nuestra sanación de ese proceso. No es una simple repetición de afirmaciones o de intenciones positivas. Es un proceso más complejo porque actuamos no sólo desde lo que aprendemos en esta vida que nos ha tocado experimentar sino también desde los programas heredados de nuestra propia familia (árbol genealógico). Sin embargo puedes practicar estas estrategias para ir tomando consciencia de tu capacidad creadora.
En el próximo artículo vamos a exponer cómo redimensionar nuestra fuerza creadora alineándonos con la Inteligencia Superior desde el corazón.
Clara Franco/Aryelis González
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