El poeta Mark Strand nos comenta que hasta donde sabemos, somos la única parte del universo que es auto-conciente. Tenemos la capacidad de tener ciertas clases de atención hacia el mundo, hacia los demás, y hacia sí mismo. Somos, átomos conciente con responsabilidad moral (Susan Sontag), a diferencia del resto del universo que no tiene ninguna obligación ética. Mientras los poetas y los científicos convergen en la idea que el universo en sí mismo no está inherentemente imbuido con el significado, es en el acto de prestar atención de la auto-conciencia humana, que emerge el atribuir significados. Estos dos poemas exploran eso que somos en el universo.
El universo lanza los dados
El viento recogió su falda,
cada franja de su piel
seguía una secuencia matemática,
caí extenuado en un prado
todo fue celeste.
el universo
había lanzado mis dados,
mis ojos crecieron,
la quise cerca, la vi partir,
sólo se me había otorgado
un bosón bailando como
patrón enmarañado.
Un universo se expande
Esta noche, no hace mucho,
justo al fin de imaginarte en un poema de amor,
una niebla se convirtió en murmullo
átomos flotaron de los pastizales
fragmentos de rayos iluminaron mis oídos
el universo agitó una campana,
busqué como siempre una razón
supongo que quiso decirme
eres lo que falta escribe sobre mis pertenencias,
despliega los sonidos de mi espacio-tiempo deformado
de mis atormentados incrementos matemáticos
que tantos cortocircuitos hacen
se adentrarán en los misterios de tantos cuartos
oscuros y cuerdas flojas todas enredadas
mientras ustedes duermen en universo suave y delgado
o quizás me confundí y era el reloj oscuro
que no quiere dejar nada incompleto
y solo me tocaba la espalda.
Y así voy, conozco, reconozco, disecciono
cada filamento, en búsqueda de seguridad,
nada comprendo, mas sigo intentando lo que viene,
entra en uno antes que suceda,
ahora sólo me resta transformarlo,
desanudando los veincuatro nudos del día.
Una onda gravitacional pareció pronunciar
esto es suficiente has hecho que lo mortal se hiciera inmortal.
Seguí ordenando mis nuevos versos anclado en mi única certeza:
el universo con su hambre y reglas yo abocado a mis sentires
a la espera de la gracia del primero.
- El virus nos dejó en blanco, un poema de Eduardo Escalante - marzo 27, 2020
- El mal no se levantó del infierno, un poema de Eduardo Escalante - marzo 20, 2020
- Escribiendo cosas en silencio, un poema de Eduardo Escalante - marzo 6, 2020