La cultura norteamericana tiene en este artículo de moda un asiento genuino. “Made in EE.UU” significa mucho más para el fabricante de sombreros más antiguo de Estados Unidos. Desde antes de que se inventara el primer automóvil o de que Pharrell enamorara a Twitter con su estilismo, la Bollman Hat Company hacia historia y se anclaba en las raíces del sentir norteamericano a base de sombreros, hechos a mano, distinguibles por su elegancia y diseño vanguardista.
La historia de la cultura estadounidense puede comprenderse a través de este lujoso artículo, tan distintivo. De cuero, piel o fieltro y en una gran variedad de diseños y estilos, el sombrero ha sido uno de esos iconos de la imagen en el norteamericano. Desde los cowboys, el citadino elegante o la estrella rutilante del clásico Hollywood, hasta hoy cuando Pharrell Williams irrumpe en una entrega de premios con un osado sombrero que por cierto subastó por 53 mil dólares para una causa benéfica. Aquí resalta un único nombre, una empresa con 147 años de historia: la Bollman Hat Company creada en 1868 en Adamstown, Pensilvania, Estados Unidos.
Actualmente es una empresa líder en diseño, fabricación y distribución de sombreros y accesorios para hombres, mujeres y niños, que da empleo a 300 personas y cubre la demanda de estos famosos artículos en cuatro continentes y 70 países. Poseer un Bollman es como tener una parte de la historia de Estados Unidos. Se trata de una larga herencia, producto de una visión continuada que expresa a la perfección el sueño americano: gente trabajadora, perseverante y orgullosa que lo dio todo para salir adelante. Así que cuando se adquiere un sombrero de esta firma, puede sentir en ese “hecho a mano” el sello categórico de una marca que representa la idiosincrasia de un país.
Hoy Bollman ofrece una diversidad de marcas para la creciente industria, porque los sombreros se reinventan con la moda y de allí las marcas Bailey, Betmar, Borsalino, Country Gentleman, Eddy Bros., Helen Kaminski, Jacaru, KANGOL, Karen Kane, Ignite, PANTROPIC y Plaza Suite, amén de la propia marca Bollman para tiendas especializadas, grandes almacenes, cadenas de tienda y hasta por internet vía online a la distancia de un clic por Amazon.
La compañía rumbo a sus 150 años marca una diferencia, cuando sus empleados son también codueños de esa rutilante industria, que va más allá de los sombreros de lana, fieltro, paja y gorras. Sus oficinas de diseño y ventas, con salas de exposición se extendieron desde la natal Adamstown hasta Denver, Colorado y capitales mundiales como Nueva York, Londres y Sydney.
Orgullo que sabe a gloria y destello
Los sombreros Bollman están tan arraigados en el sentir popular norteamericano, que seguro se reconocen a la distancia. Son los famosos sombreros que la delegación de Estados Unidos ha portado durante 6 juegos olímpicos. La Bollman Hat Company también hace gorras y sombreros deportivos y de estilo outdoor para diversas marcas privadas líderes a nivel mundial.
Si alguna vez vio usar sombrero a Humphrey Bogart, Fred Astaire, Samuel L. Jackson y Nicole Kidman, sí, portaban un Bollman. Igual que los músicos Eminem, Pete Townsend y Ne-Yo, o los atletas Michael Jordan, Donovan McNabb, Chi Chi Rodríguez y Jimmy Rollins.
Cuando se compra un Bollman, la típica reacción del consumidor es abrir la caja e inspeccionar minuciosamente el sombrero y ver la etiqueta de “hecho a mano”. 30 artesanos expertos y más de 90 pasos para que se pueda disfrutar de una obra de arte. Ni una pelusa… nada, ni un defecto, esa es la promesa de Bollman Hat Company y sus empleados, que al embalar el producto ya imaginan la sonrisa de satisfacción del cliente.
Pero el éxito de esta empresa no se queda en casa. Conscientes de sus logros, la Bollman apoya causas filantrópicas diversas en pro de la juventud, la prevención del cáncer de piel y hasta participan en proyectos para disminuir el hambre en el mundo. Desde 1985 es una empresa de propiedad compartida, donde los empleados son también dueños y ahora todos participan en asegurar el futuro y en seguir construyendo una mejor calidad de vida para los empleados y sus familias.
Y es que en Bollman Hat Company el orgullo por una tradición tan dilatada y rica es una característica de la empresa. No se amilanan ante el futuro, es más dicen estar emocionados y comprometidos por seguir diseñando y creando sombreros, bolsos, bufandas, guantes y abrigos de inigualable calidad para más de 70 países. Así que la palabra innovación es clave para el equipo de diseño creativo que debe responder a ese gran estilo de Bollman con productos de avanzada que sigan capturando la lealtad, la satisfacción y la emoción de los consumidores mundiales por tener un “Made in EE.UU”.
Entre uno de los reconocimientos que ostenta Bollman Hat Company está el ser Heroes of American Manufacturing, trabajando en conjunto con especialistas para optimizar sus procesos de producción y distribución con tecnologías de punta. Casi siglo y medio incidiendo en la cultura popular con sus clásicos sobreros para jugar bolos, el de copa, el de vaquero o el de navegar: elegantes y deportivos para realzar lo masculino, lo natural, o los vanguardistas femeninos que todas aman a lo largo del tiempo. Así que a través de un sombrero se honra la historia de una nación, construida por inmigrantes pioneros, que supieron mantener una visión a base de abnegación y dedicación absolutas. Esta es la típica historia estadounidense de éxito, esas memorables que marcan una diferencia y hacen que la ciudad de Adamstown tenga en su cartel de bienvenida la frase: Hogar de Bollman Hat Company desde 1868. ¡Con justa razón!
Evelyn Navas @EcnaproAsesoria
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