¡Buenos días! Dos palabras tan sencillas, tan fáciles de pronunciar y a veces las que menos decimos. ¡Y qué diferencia hace un saludo! Una de las situaciones que me resultan más molestas e incomodas, es cuando una persona no te responde a un saludo o cuando no te saluda a pesar de que te reconoce, pues lleva años viviendo al lado de tu apartamento o estacionando el coche junto al tuyo. El saludo parece estar desapareciendo del ambiente familiar y laboral, restándole vida a la interacción humana, pues no somos fichas, ni robots ni piedras.
En nuestra cultura hispana, el saludo es parte fundamental de las relaciones humanas. Los hispanos, nos hemos caracterizado por el hábito de saludar a cualquier hora y en cualquier lugar; incluso, a manera de gracia, en varios de nuestros países se dice que “hay personas que son más saludables que el Alka-Seltzer”. Y no se refieren a la salud corporal, sino a esas personas a quienes nunca se les escapa notar la presencia de los demás y evocar una frase amable y hasta una sonrisa. Sí, saludan a todos y de una tan manera genuina, que no hay quien se resista y les responda de forma positiva.
¡Qué no se pierda esta tradición pues hace la diferencia! No permitamos que el vecino “agriado” nos contamine con su actitud. Recordémosle a los demás y a nosotros mismos, que “hoy” es un buen día y que “este momento” es bueno, independiente de la realidad que afrontemos. Quizás esas palabras sean la chispa que logre prevenir una desgracia o sirvan de bálsamo para apaciguar la agresividad y el desgano. El hecho de que el silencio se imponga como norma, no indica que está bien y que debe emularse.
Vivimos en un país multicultural en donde lo que es permitido para algunos, resulta irrespetuoso para otros; por lo tanto, a veces es difícil establecer una relación amistosa en un ambiente de conductas tan diversas. Aquellas personas a las que no les gustan —por el motivo que sea— dar o recibir abrazos o estar demasiado cerca de otras seres humanos, no están exoneradas de ser amables y emitir o contestar a un saludo. Bonjour, bonsoir, bon dia, bona nit, bom dia, boa noite, buon giorno, buona sera, good morning, good evening o hallo en africano… son algunas de las palabras que existen en los diferentes idiomas para que la gente salude.
Expresar un saludo y dar las gracias por un favor o un bien recibido es sinónimo de cultura, educación y humanidad. Enseñemos con nuestro ejemplo a los niños y jóvenes, para que reconozcan no solo la cortesía, sino también la parte emocional que está implícita en el lenguaje cotidiano, y que es parte de la buena comunicación y de la convivencia. Derribemos las barreras de la timidez, la frialdad, la indiferencia y la mala educación, al menos en nuestras áreas de influencia para una mejor vida en sociedad.
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