Para muchos, el silencio puede interpretarse como una forma de aprobación, aceptación o, en ocasiones, como sumisión. Sin embargo, este concepto está muy alejado de las verdaderas virtudes del alma. El silencio es extremadamente poderoso y abarca un espectro amplio de posibilidades, desde lo bueno hasta lo malo; puede ser tanto liberador como opresor, generar paz o tensión, y brindar seguridad o inseguridad. Algunas personas, ya sea por elección, curiosidad o necesidad, se inclinan hacia un extremo u otro, mientras que otras se ven llevadas por circunstancias laborales o sociales a enfrentarse con alguno de estos binomios. Es crucial aprender a tener libertad y control ante estas dualidades.
Sumergirse en el silencio puede ser una experiencia tanto positiva como negativa. Aquí, exploraremos las contribuciones positivas que el silencio ofrece en diferentes niveles:
- Emocional: Nos proporciona paz, tranquilidad y calma.
- Cognitivo: Facilita la atención, concentración, el pensamiento y la escucha.
- Social: Nos ayuda a desconectarnos del ruido que nos rodea y que, en ocasiones, nos manipula.
- Espiritual: Nos permite conectarnos de una manera más profunda con nuestro mundo interior, el mundo exterior y nuestras relaciones con los demás.
En este contexto, es imposible sobreestimar la importancia del silencio, según Kierkegaard. Desde escribir bajo el seudónimo Johannes de Silentio hasta retornar constantemente al silencio y la esperanza en la obediencia, Kierkegaard consideraba que el estado actual del mundo es uno de enfermedad. Si yo fuera médico y me pidieran una opinión, diría: «Crear el arte del silencio.»
Hace casi 200 años, el remedio era crear silencio para poder escuchar lo esencial y entrar en relación con lo infinito. Hoy en día, esta necesidad es aún más urgente debido al constante ruido de la industrialización y la presión económica por producir más, junto con una disminución de la disposición a conectarse con el espíritu o lo infinito.
El poeta sufí Rumi lo expresó así: «Tal vez estés buscando en las ramas aquello que sólo se puede encontrar en las raíces.» La distracción, el entretenimiento y la búsqueda del éxito mundano son como andar por las ramas, alejándonos del centro de nuestro ser.
Carl Jung escribió: «La pregunta decisiva para el hombre es si está relacionado con algo infinito o no.» No podemos conectarnos con lo infinito si no creamos silencio. Y sin esta relación, nuestras vidas pueden volverse triviales, fútiles y, en última instancia, una pérdida de tiempo.
El silencio reside en lo más puro del alma, en su esencia más noble. Es allí, como decía Meister Eckhart, donde la Palabra nace eternamente, la luz del amor divino. Pero, ¿quién tiene oídos para escucharla?
Hoy en día, se habla con frecuencia de vivir en tiempos de posverdad, un término que, bajo el disfraz de «corrección política,» se refiere a la mentira. Como escribió Santa Teresa: «La verdad padece, pero no perece.» La verdad es lo que perdura, lo imperecedero, mientras que el resto es demagogia, relativismo o hipocresía. San Agustín definía a los hipócritas como aquellos «que te vuelven la espalda y no el rostro.»
La verdad es la distancia más corta entre dos libertades: la de pensamiento y la de expresión. Antes de la libertad de expresión, y mucho más importante, está la libertad de pensamiento. John Stuart Mill afirmó que la libertad de pensamiento es inseparable de la de hablar y escribir. Sobre estas libertades, y la de callar, reflexiona Alejandro Diz en su libro «La libertad como voz y silencio.»
Hoy comparto con ustedes mi recorrido a través de una de las virtudes del alma que considero esencial: la vida interior, basada en AMOR, PAZ y GOZO, acercándonos a los demás con BENIGNIDAD, PACIENCIA, BONDAD y FE, conduciéndonos por un camino de mansedumbre y templanza, tan necesario en el mundo de hoy.
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Directora Ejecutiva y conductora del programa radial Mujeres Positivas en el mundo a través de Positivo Extremo Radio.com desde Los Ángeles, California. Publicista, locutora internacional, asesora de imagen, coach ontológico y fundadora de Starfish Conference empresa dedicada al crecimiento personal y profesional. Actualmente colabora para la revista La Nota Latina
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