El dolor del hígado que en sí es indoloro, es el cansancio. De esta manera Prometeo, como sujeto de auto explotación, se vuelve presa de un cansancio infinito. Los lindes del propio cuerpo, de la psiquis, de lo moral, son constantemente barridos, corridos por las posibilidades superyóicas del ser activo. Nada difícil de imaginar cómo sucede este proceso en la persona y su mundo laboral, en una sociedad en que el trabajo totaliza la vida y existencia.
EL PESO DE LAS EXIGENCIAS
Ahora, aquí pensaba haber concluido,
con singular cosecha
[COSECHA AL FIN]
El límite del infinito no lejos del alcance.
Sigo con ligereza con una antorcha
con o sin suposiciones, dudas, con deseo,
dulcemente abrumado
Cualquiera sea el presagio
Tanto tiempo moviéndome pensando
En el paso que había que dar y
Siempre girando para ver si mi cuerpo
ha dejado algo atrás para no perder
los destinos. Por eso, he tejido verdes
Con los pies en el agua en un océano de
relaciones que vibran
Sintiendo, sintiéndome
Me he agotado mirando qué había detrás de la niebla
En la madriguera de las nubes
Había que sacrificar la decepción
Lo que no me pertenecía no sería visto.
Tenía que sostener
todo el peso en la espalda y tratar de ver
incluso a través de la niebla
Parece que todo puede cambiar
hasta que no quede nada
De una vez y para siempre
[ SE CAMBIA EL RUMBO]
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