El envejecimiento y belleza es cuestión de actitud

 

La gratitud, la felicidad, alegría y la compasión por otros son emociones que rejuvenecen

Hay temas de los que no se habla cuando somos jóvenes o al menos no les damos la atención que se merecen. La pérdida de la memoria, enfermedades cardiovasculares, artritis, diabetes, osteoporosis, cansancio sin motivo, resequedad de la piel, líneas de expresión son entre muchas otras las condiciones que empiezan a aquejarnos después de “cierta edad”.

Sabemos que hay una influencia genética en el proceso de envejecimiento pero está comprobado que es solo un pequeño porcentaje. En general podemos tener el control de ese proceso y retrasar sus estragos. Podemos ayudarnos a través de la nutrición, la actitud personal, los ejercicios y nuestro estilo de vida en general.

Vivimos en una sociedad que enaltece la juventud y rechaza la vejez. Por todos lados vemos campañas publicitarias que trasmiten el mensaje “hay que envejecer con gracia” o “con dignidad”. ¿Cómo es eso? Entonces. ¿ no se debe tener una adolescencia graciosa? ¿No hay que ser digno cuando entramos en la universidad? Eso suena a resignación y “no me queda de otra” actitud.

Pues me niego a darle apoyo a esa campaña que la sociedad ha adoptado como una gran verdad.

No hay nada que se pueda hacer para impedir el paso de los años; pero, creo firmemente que nuestra mente puede actuar como un escudo para retrasar los signos de la edad. La ciencia ha comprobado que si actuamos y pensamos como si nos encontramos en nuestra mejor etapa de la vida, revertiremos el proceso de envejecimiento.

Hace poco leí un artículo muy interesante escrito por la doctora Christiane Northrup (MindBodyGreen.com). Allí nos dice que “la ciencia epigenética demuestra que es el entorno en el cual se encuentra un gen que determina como consigue expresar ese gen. Además dice que el ambiente está fuertemente influenciado por los pensamientos, emociones y creencias.”

El daño celular puede ser causado por un estilo de vida y el detrimento de la salud no tiene que ver con la edad. Una persona que tiene veinte años y pasa seis horas diarias sentada está preparando su cuerpo para posibles problemas futuros en la cadera. Una dieta rica en azúcar en un niño, lleva a obesidad o diabetes.

Estos problemas no tienen que ver con la edad, son producto de un estilo de vida.

Nunca he entendido el por qué se celebran los cumpleaños “especiales”, los 30, los 50 o los 60. Para mí, cada año que pasa es especial porque he alcanzado nuevos logros en mi vida diferentes a los de años anteriores. En cada nuevo cumpleaños celebro una nueva carrera, nuevas y viejas amistades, los triunfos de mi familia, el logro de crear disciplina para ejercicios o beneficiar a otros compartiendo mis conocimientos. Esto para mí si es motivo de celebraciones y doy gracias al universo por permitirme hacerlo.

La gratitud, la felicidad, alegría y la compasión por otros son emociones que rejuvenecen. Jamás he visto a una persona deprimida, violenta o malhumorada que se vea joven y atractiva, En cambio, la que siempre ríe, está de buen humor, es compasiva y feliz, se ve radiante y no solo aparenta sino que es auténticamente joven.

No existen cremas ni cirugías que rejuvenezcan un cuerpo negativo.

Vivir joven es muy diferente a tratar de verse joven. La actitud y estilo de vida es la clave!

 

Margaret Aivars-Romero es venezolana, Comunicadora Social, Coach de Salud Holistica y consultora independiente con Arbonne International, compañía que ofrece productos de belleza y bienestar basados en ingredientes botánicos y libres de químicos perjudiciales. www.margaretromero.arbonne.com

 

 

Artículos Relacionados