El ser humano desde su nacimiento siempre ha tenido la necesidad de amor y cariño y esta urgencia afectiva solo termina cuando se cumple el ciclo de la vida. El afecto es un requisito individual e intrínseco al hombre puesto a la par de otra necesidad fisiológica o espiritual. Es una acción a través de la cual se expresan los sentimientos de amor y cariño de una persona a otra y es una de las pasiones del ánimo. El afecto tiene un efecto tan importante que ayuda al sistema inmunológico y para sentir notable mejoría un niño enfermo solo basta con estar en brazos de su madre, y eso está demostrado científicamente, por eso tanto los niños como las personas enfermas necesitan una dosis doble o extra de cariño, de amor, de energía positiva para llevar mejor su dolencia y los niños para ir llenándose de sentimientos positivos desde pequeños e ir creciendo con alta estima. Qué bien se siente cuando alguien nos sonríe, nos abraza fuerte apretado a su pecho y nos dice palabras cariñosas, nos dan un beso, nos regala un gesto amable, una expresión de admiración y ternura en la mirada o sencillamente nos toma de las manos y se coloca a nuestro lado, no atrás, no al frente, a nuestro lado.
Esas muestras de afecto es el mejor regalo y nadie es indiferente al efecto de satisfacción, alegría, aceptación y aprecio que ese acto produce. Estoy escribiendo y escuchando ahora la canción de Stevie Wonder «I just called to say I Love You». Solo llamo para decirte que te quiero y lo siento desde el fondo de mi corazón. El no busca una fecha específica para expresar el afecto, el escoge un día común de la vida cotidiana para hacer esa llamada tan especial. Es emocionante oírla y el mensaje que hay en sus letras llega al corazón. Tenemos que hacer como Stevie hizo en la canción, el llamó por teléfono para manifestar el cariño, su amor profundo. Es maravilloso sentirse querido. El afecto es algo de lo que nunca nos cansamos de recibir. No caduca, no tiene fecha de vencimiento, ni estación del año para expresarlo y mientras más recibimos más bien nos sentimos. La necesidad afectiva nace con el individuo y expira con él.
Estamos diseñados para expresar afecto verbal. La palabra dicha o escrita tiene poder. Y expresar afecto no verbal con brazos que pueden abrazar y manos que pueden escribir textos, mensajes y acariciar cuantas veces sea necesario. Tenemos ojos para mirar con expresión y un corazón para amar sin medida. Porque la medida del amor es amar sin medida. No es suficiente sentir amor o cariño por alguien sino también es importante expresarlo: «Recuerda siempre lo mucho que te quiero .Eres todo para mí”. “Puedes apoyar tu cabeza en mi hombro”, “Cuanto te voy a extrañar, “Bendición papá, mamá”, “ I Love you”, “I miss you bunches”, “ You mean so much to my”. Todas esas son expresiones de afecto. Muchas personas experimentan diversos sentimientos pero no los pueden expresar porque no aprendieron hacerlo, no recibieron muestras de cariño de sus familiares. Expresar los sentimientos, dejarlos que fluyan permite que los vínculos sean más intensos, sanos y transparentes. Es en la familia donde aprendemos las habilidades afectivas y la falta de expresividad puede generar en problemas de autoestima. La mayoría de las canciones que escuchamos están escritas por motivos afectivos y cuando nos identificamos con el artista o con una o unos de los temas que tratan las canciones sentimos el efecto de sus palabras y reaccionamos de distintas maneras, con alegría, emoción, nostalgia o con tristeza.
La oportunidad de mostrar afecto a nuestros semejantes hay que aprovecharla y ponerlo en práctica. El amor no duele. Al contrario el amor cubre el dolor y hace que la persona se sienta bien de nuevo. ¿Alguna vez has sentido rechazo de parte de alguien? Eso duele. Y qué tal si alguien nos envidia? Eso duele. Pero el amor no, el amor no duele. El amor nos mueve, nos lleva a hacer cosas y a trasladarnos a los lugares más recónditos del universo si fuera necesario. Todo ser humano desea sentir que es querido, que es de alguien y que ese alguien está pendiente de él o ella. Cada día cobra más importancia el expresar afecto y hacernos sentir como en una red familiar de apoyo y comprensión .Esto acerca las personas a las buenas relaciones sociales. En cada minuto de nuestro tiempo utilicemos cualquier circunstancia, con la facilidad de la tecnología o sin ella para expresar muestras de afecto a nuestros seres más queridos y a nuestros semejantes y el efecto será el haber contribuido a formar a un ser humano con un carácter bien definido. La distancia no es una justificación para no expresar cariño. El afecto y el amor llegan desde cualquier parte del planeta. Lo podemos sentir desde cualquier distancia. Vamos a expresarnos lo mucho que nos queremos los unos a los otros.
La vida se vive momentos y si esos momentos están llenos de sentimientos de amor y cariño el efecto del afecto será el mejor efecto.
Fotografía portada: www.pixabay.com/ jarmoluk
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