Con la publicación del artículo anterior “El Duelo y la ayuda profesional”, recibí varios correos electrónicos y comentarios en mis redes sociales referentes a cuándo acudir al psicólogo, qué debería decirnos y cómo escoger al correcto.
En particular, debo confesar que nunca había asistido a uno, tampoco soy experta en la materia, simplemente desde mi experiencia como madre en duelo, ofrezco herramientas que para mí han sido útiles y de corazón las comparto con ustedes.
Lo que siempre tuve claro, y es algo que debemos saber es que NADIE, ni un especialista nos va a decir qué hacer. Las respuestas las tienes tú, están dentro de ti. Es un trabajo individual. Por eso, cada vez que puedo, acotó que es cuestión de TIEMPO, ACEPTACIÓN y mucha ACTITUD, aunque siempre te sentirás en una montaña rusa de emociones. Lo dije en mi primer artículo, un día al verme en el espejo simplemente no me reconocí y fue ahí cuando: DECIDÌ VIVIR. Necesité mucho tiempo para poder elaborar mi duelo. Tienes sus fases y hay que vivir cada etapa, todo a su tiempo. Es normal avanzar y retroceder. Perder un ser querido no es fácil. Tampoco te recuperas de ese dolor de la noche a la mañana. Desde enero he estado acompañada de profesionales, pues me di cuenta, que sola no podría seguir adelante.
El hecho de ir al psicólogo no significa que ya no extrañe, ame y llore a mi hijo. Es vivir con su ausencia desde otra perspectiva. Tenemos que tener claro que el psicólogo no va a resolver nuestros problemas, pero si nos ayudará a descubrir a través de técnicas profesionales, las herramientas que nosotros mismos poseemos y nos enseñará a usarlas para mejorar nuestra calidad de vida. Hay quienes prefieren intentar hacer las cosas por si mismas, actuando con inteligencia emocional o siendo autosuficientes. Pero debemos tener mucho cuidado, no sea que en esos intentos por dar solución, la medicina resulte peor que la enfermedad.
Yo estoy muy agradecida con mi psicóloga. Sobre todo porque nos ha asesorado mucho cómo manejar y abordar a Súper Diego. Aunque no ha sido necesario llevarlo a terapia, desde la distancia ha sido evaluado. Siempre dándonos herramientas simples y sencillas que han sido de gran utilidad. No sólo para sobreponernos al dolor, sino que hemos sido evaluados como pareja y como padres. Al hermano mayor, tampoco le ha tocado fácil, pero el amor y la asesoría han hecho que mi Diego Alejandro supere los temores que lo invadieron al principio, como a nosotros. Nadie dijo que sería fácil, ni grato. No tuvimos oportunidad de elegir, simplemente fue lo que nos tocó vivir, y desde ese dolor, puedo asegurar que hemos renacido como seres humanos.
Las personas por lo general tienen dudas, debido a que no quieren poner su reputación entre dicho. Se muestran reacios con solo el hecho de pensar que deben ir al psicólogo, le dan vueltas y vueltas al asunto, buscando lo negativo para eludir el problema. Piensan que si asisten a uno, éste los va a analizar en todos los aspectos, tanto físicos como emocionales y por ende, los juzgará encasillándolos en algunos de los problemas de personalidad.
Otras personas creen que ir al psicólogo resulta muy costoso y que sólo le harán perder tiempo y dinero. Asocian las palabras psicólogo y psiquiatra, a términos como loquero o médico de los locos. Hay quienes dan el paso, pero dejan inconclusas sus sesiones, ya sea por desánimo o como un proceso lento y complejo. Tampoco basta con ir a una sola consulta para resolver las dificultades, como resultado sólo obtendrás insatisfacción.
Tal vez te estés preguntando ¿qué papel juega el psicólogo? Para mí, es una persona que te da las pautas para enfocar soluciones desde un punto de vista ajeno al tuyo. Funciona como facilitador de técnicas. Su intervención proporcionará el camino hacia una forma de vida más positiva. Te facilitará recursos y estrategias para abordar tu estado emocional.
De todo lo abordado de este tema, puedo deducir que sí, es necesario acudir al psicólogo, especialmente, si se sientes que ameritas una atención especializada, si los problemas están bloqueando tu vida con sensaciones desagradables, negativas, disgustos, ira, etc., impidiendo el goce y disfrute personal y de tu entorno. Te ayuda a que tus decisiones sean más acertadas.
¿Cómo identificar a un buen psicólogo? Desde mi experiencia puedo decirte que el especialista te escucha sin interrumpir y comprende el asunto a profundidad. Es ético a la hora de ejercer su papel, ya que mantiene la privacidad y confidencialidad de cada caso. Te orienta en aquellas cosas que no somos capaces de percibir por si solos, es decir, te ayuda a entender lo que está pasando contigo y a comprender mejor tus emociones. Posee las herramientas necesarias y útiles para cambiar conductas que están generando problemas, ya sea en el ámbito social, familiar o laboral.
En mis sesiones pude sentir que cuando uno más sufre en cuando se borran tus huellas en la arena porque Dios te lleva de su mano. Es cuando nuestro Señor más nos ama. Por eso debemos vivir un día a la vez. Me despido como siempre lo hago cuando escribo sobre ti hijo: “Dios te bendiga. Te amo. Un beso enorme y un fuerte abrazo que lleguen hasta el cielo”.
Redes:
https://www.facebook.com/belk.osorio
Instagram y Twitter: @osoriobelkis
- El monstruo que aparece durante el duelo - septiembre 19, 2017
- ¿Cuál es el protocolo del duelo? - agosto 29, 2017
- ¿Cómo afecta el duelo a los niños? - julio 4, 2017