Como Halloween impactó en la cultura mexicana, es común oír a los niños pedir su tradicional “trick-or-treat” en versión castellana: ¿me da mi calaverita?
El Día de los Muertos es considerado como la tradición más representativa de la cultura mexicana. Así que también nos han legado la celebración del 1 de noviembre dedicado a las almas infantiles y el 2 a los adultos. Como fiesta producto de un mestizaje entre indígenas y españoles, comprende ritos y ceremonias que son comunes a toda la comunidad mexicana.
En México también se preparan dulces y comidas especiales para compartir entre vivos y muertos, como ofrendas a la memoria de sus seres queridos. Calaveras de dulces, juguetes infantiles y fotografías de los difuntos son comunes en los hogares y lugares de la festividad, así como los adornos con las coloridas flores de cempasúchil. Las calles y las casas se iluminan para marcar el rumbo al cementerio, iluminando así el camino de las almas de regreso a su casa. La familia canta unida, comparte y celebra la victoria de la vida frente a la muerte, pues a ésta no se le teme, se le burla a través de la popular Catrina, vestida con atuendos muy coloridos y presente en todo lo cotidiano.
Los poetas se animan y recitan las calaveras literarias, versos rimados que la gente también repite, ironizando sobre situaciones populares o impopulares con toques de humor. Y algo que no puede faltar: el pan de muerto, un pan con diversos estilos y formas, cubierto de azúcar blanca o roja con tiras que ilustran huesitos. Los hay también con forma de esqueleto o de animales y en Xochimilco los hacen cubiertos de ajonjolí.
Como el Halloween también impactó en la cultura mexicana es común oír a los niños pedir su tradicional “trick-or-treat” en versión castellana: ¿me da mi calaverita?
- Venezuela: un país que muere a oscuras - marzo 10, 2019
- ¿Regalar dinero en Navidad es apropiado? - diciembre 1, 2018
- El pavo, el rey de Thanksgiving - noviembre 22, 2018