Nacido como un cuarto de máquinas para la metalúrgica Gutehoffnungshütte (Mina de la Buena Esperanza) y usado en 1902 para la Exposición de Arte e Industria Textil, en Düsseldorf, Alemania, el edificio que se convertiría en el Museo Universitario del Chopo fue traído a México en la primera década del siglo XX, y es una muestra del arte mexicano a través de los años.
Con un estilo Jugendstil alemán, similar al art nouveau francés, y diseñado por Bruno Möhring, el recinto arquitectónico, prefabricado y desarmable, es un ícono de la zona centro de la Ciudad de México y representa el desarrollo y evolución del arte en la urbe, pues en este habitáculo se han presentado una variedad de exhibiciones que van desde vestigios históricos e industriales hasta el arte moderno.
El también llamado “palacio de cristal” por sus bellos vitrales y su comparación con el Museo de Louvre en París fue rearmado en México por la Compañía Mexicana de Exposiciones Permanentes, S.A entre 1903 y 1905 en el número diez de la calle del Chopo, hoy Enrique González Martínez, en la colonia Santa María la Ribera, para convertirlo en un museo industrial. Luego de su culminación fue arrendado por la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, y traspasado a la delegación japonesa de la industria en México para que montara su Exposición de Arte Industrial en 1910; desde ese momento se denominó al edificio “Pabellón Japonés”.
Para el año de 1913 se mudó a esta bella construcción el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México, donde se resguardaría la gran exposición de la naturaleza hasta 1964, fecha en la que el museo cerraría sus puertas por el descuido y el abandono en el que se lo había mantenido.
Aunque el final de este gran edificio parecía inminente, a nueve años de su abandono, en 1973, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a la que ya pertenecía desde 1929, promovió su rescate y restauración, con el fin de convertirlo en un centro de difusión del arte y la cultura.
Luego de ello el recinto tuvo un resurgimiento sin precedentes, reabriendo en 1975 presentó exposiciones como: De recientes órbitas celestes, Una mirada al universo, 80 años de cine en México, El universo al alcance de todos, así como una muestras paleontológicas de dinosaurios.
En la primera década del siglo XXI y como celebración por sus 100 años, el museo se renovó como un proyecto cultural; el plan fue convertirlo en un enorme galerón, un museo dentro del museo, idóneo para el arte contemporáneo sin perturbar la belleza del recinto.
Siendo un espacio de vanguardia, desde su creación el Chopo abre el panorama del visitante hacia la creatividad y las nuevas tecnologías, tanto por su historia como por sus exposiciones cambiantes y siempre al día.
En el edifico se desarrollan exposiciones de arte contemporáneo, de diseño, artes escénicas, simposios de literatura, conferencias con pensadores y músicos contemporáneos, así como ciclos de cine, talleres y servicios de educación continua.
¡El Chopo, espacio que promueve el diálogo y el acercamiento del público con artistas y ofertas experimentales e interesantes, reflejos del arte contemporáneo!
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