El pasado 26 de julio, Egan Bernal conquistó el Col del L’Iseran como si fuera una cabra francesa. Demostró en el Tour de Francia lo que aprendió en las montañas de Colombia, dejando en cada curva el amor por el ciclismo heredado por su padre y alimentado por la ilusión de todo un país.
Viendo la repetición de la etapa 19 para escribir este blog, me imaginé la conversación por radio entre Egan Bernal, Geraint Thomas (campeón del Tour 2018) y David Brailsford (director técnico de Ineos). Esta es mi versión a la colombiana:
Brailsford: Thomas, Alaphilippe va con la lengua afuera. ¿Cómo va usted?
Thomas: Me quedé sin piernas. Pregúntele a Egan.
Brailsford: Egan, ¿cómo está de piernas mijo?
Egal: Fresquitas profe.
Brailsford: A pedalear entonces. Le llegó el turno de conquistar el sueño de Colombia.
La agresiva salida de Egan por la derecha y su breve mirada hacia atrás, como confirmando el guiño de aprobación que le acababa de dar su compañero líder para perseguir el liderato del tour, es una muestra ejemplar de lo que la frase “trabajo en equipo” significa.
Geraint Thomas y Egan Bernal se comportaron como hermanos. En lugar de aferrarse tercamente a la posibilidad de un segundo campeonato, Thomas reconoció la grandeza en la corta edad de Bernal y puso su orgullo a un lado para dejarlo brillar. Egan por su parte demostró respeto y humildad.
Desde el principio del tour, los medios criticaron la decisión del director Brailsford de mantener dos líderes. Sin embargo, la cultura que ha creado su liderazgo dentro del equipo inglés Ineos (conocido anteriormente como Sky) ha sido la clave para lograr siete victorias del Tour de Francia en los últimos diez años.
El diario británico The Guardian publicó el lunes pasado varias declaraciones del día de la premiación que evidencian esta dinámica. Según Thomas, “Egan tiene moral. Los Colombianos son personas honestas y familiares y eso definitivamente lo siento con él“.
Por su parte Brailsford, vestido con la camiseta de la Selección de Fútbol, se ve en el video dándole un sentido y largo abrazo a Egan. Luego dice, después de darle un beso al escudo: “¡Viva Colombia! ¡Un nuevo campeón, un nuevo embajador para Colombia y qué brillante embajador!”
De todas sus cualidades, el director resalta la habilidad de Egan para mantener la calma y resistir la fatiga en los picos más exigentes de la competencia. Así mismo, se refirió a nuestro país como semillero de ciclistas:
“Este es el momento que puede convertir a Colombia en la nación más grande de ciclismo en el mundo. Colombia podría ser para el ciclismo lo que Brasil es para el fútbol. Esta victoria puede ayudar a que ésto se convierta en realidad“.
Y si lo dice él, vale la pena poner atención. Bajo la dirección de Brailsford, Inglaterra ganó 14 medallas de ciclismo–ocho de oro–en los Juegos Olímpicos de Beijin 2008, gracias a su esquema de entrenamiento holístico que combina fisiología, tecnología y psicología.
Egan Bernal no solo es un atleta excepcional, sino también con suerte. El destino lo condujo a un equipo que ha nutrido su talento y que más allá de la estrategia, ha valorado el ser humano ejemplar que les robó el corazón.
¡Felicitaciones a nuestro campeón!
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