Cleveland está preparada para posibles manifestaciones y los canditatos republicanos también se alistan para enfrentar al contrincante favorito de las encuestas: Donald Trump.
El seis de agosto es una fecha clave en la hoja política de Donald Trump y también en la del Partido Republicano. Los diez candidatos, favorecidas por las encuestas de la agrupación que simboliza el “elefante”, debatirán en Cleveland, Ohio, ante una audiencia nacional. Los anfitirones del debate son Fox News y CNN.
El debate será de 90 minutos y con 10 candidatos. Habrá tiempo para cuatro o cinco preguntas, sin posibilidades de debatir en serio, sin embargo, pocos esperan que Trump respete los límites de tiempo y las demás reglas que fijan los organizadores. Funcionarios del partido han estado trabajando en privado en las últimas semanas para evitar que su primer debate en agosto se convierta en un circo televisado, cuyo protagonista será Trump, ¿ lograran este objetivo?
El magnate ha acaparado toda la atención en las últimas semanas y amenaza con hacer lo mismo en esta convención. Los ataques con tonos racistas contra los mexicanos e hispanos, los personales contra el senador John McCain y las críticas a sus rivales, no han hecho más que ayudar Donald Trump a un subir en las encuestas. Su estrategia agresiva le ha funcionado hasta ahora y el funeral que los grandes medios de comunicación le habían estado augurando en los últimos días no podrá llevarse a cabo tan pronto, puesto que las últimas encuestas le dan el primer lugar de por encima de Jeb Bush. El polémico multimillonario supera al ex gobernador de Florida el 18% contra 15%.
Analistas políticos coinciden en que el debate puede convertirse en un show muy personal, otros insisten en el tiempo, solo tendría diez minutos. Lo que si aseguran es que Trump va a desempeñar un papel central y probablemente se lo ubique en el centro del escenario por encabezar las encuestas.
Con los nervios de punta
Varios candidatos ya están abocados de lleno al debate. Realizan simulaciones de debates, se encierran con sus asesores y ensayan sus respuestas. Pero la principal preocupación de muchos de los aspirantes a la candidatura es cómo lidiar con el imprevisible Donald Trump en el primer debate preelectoral
Bush, uno de los favoritos y el realmente denominado contrincante de Trump, contrató hace poco a dos veteranos de la campaña de Romney del 2012, Beth Myers y Peter Flaherty, para que lo preparen, sin embargo, aseguro que no irá al debate pensando en Trump ni en ningún otro rival y que no sabe «qué rumbo van a tomar las cosas». Bush no participa en un debate desde que fue reelegido gobernador de ese estado en el 2002.
Cleveland preparada
Cleveland revise sus normas de regulación de manifestaciones públicas para la celebración del debate de los candidatos republicanos y la convención Nacional Republicana en julio del 2016, donde saldrá el próximo candidato presidencial republicano. El Ayuntamiento aprobó una legislación de vía rápida que deroga y sustituye las actuales normas de protesta de la ciudad, que se actualizaron por última en el año 2003. Entre otras cosas, las nuevas reglas para la primera vez definen lo que constituye un «desfile» – un término que puede aplicarse también a las protestas públicas – y cambiar el proceso y el calendario para la adquisición de un permiso de desfile. Los cambios también establecen normas separadas para «manifestaciones espontáneas» que normalmente se organizan a través de los medios de comunicación social.
Las primarias
A pesar de este primer encuentro, las primarias empezarán a celebrarse hasta el próximo año. Lo que significa que, en teoría, también hay suficiente tiempo para que pase el factor novedad. Y, sobre todo, para que sus contrincantes a la nominación le quiten simpatizantes al multimillonario y excéntrico Trump.
En caso de ser derrotado, sin embargo, Trump todavía podría presentarse a las elecciones como candidato independiente.
Lo cierto es que la elección republicana está en fuego desde ya, llegando incluso a opacar a la demócrata. No obstante, Trump no la tendrá tan fácil: Hillary Clinton le lleva por lo menos 20 puntos de ventaja en las encuestas. Según CNN, un 59% apoya a Hillary, mientras que sólo un 35% apoya a Trump. En ese sentido, no les falta razón a los republicanos que sostienen que Trump, de convertirse en el candidato republicano, le podría costar la elección al partido.
Todavia queda por verse si de tanto jugar con fuego el magnate no terminará quemándose en algún momento en esta contienda que se anuncia larga, todavía no se ha quemado ni se ha estrellado por sus comentarios, al contrario. Muchos apuestan, sin embargo, a que su liderazgo sea como un meteorito que brilla al comienzo y luego desaparece, ¿será?
Marybel Torres
@marislatorres
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