La sexualidad de nuestros hijos es uno de los aspectos que, aunque sabemos es real e importante, se convierte en un área que, sin lugar a duda, muchos padres preferirían obviar. Sin embargo, aunque decidiéramos no afrontarlo, ella se nos hará presente de una manera u otra: cambios corporales, hábitos higiénicos de sus genitales, responder a sus curiosidades sobre cómo llegan los bebés, su identificación de género, inicio de vida sexual, en fin, todo aquello que conlleva ser una persona.
Debido a la amplitud del tema, este artículo lo voy a dedicar al acceso que, en la actualidad, nuestros hijos tienen a contenidos sexuales. Por supuesto, los medios electrónicos y el internet juegan un papel muy importante, aunque solo basta escuchar cualquiera de las canciones de la llamada música urbana, que son muy descriptivas al respecto, para darnos cuenta de que son diversos los medios por los que nuestros hijos van a tener acceso a contenido de índole sexual.
Esta información puede llegar sin buscarla, compartida por compañeros o indagada por ellos mismos. No debemos olvidar que la curiosidad hacia la sexualidad es natural, y siempre estará presente en nuestros hijos; que las hagan evidentes a nuestros ojos o no, dependerá de ellos y cómo nos perciben de receptivos o no, a responder sus preguntas o inquietudes.
Ahora bien, manteniendo la congruencia en mis opiniones, mucha de la información por medios electrónicos debería estar limitada por el acceso que nosotros le demos a nuestros hijos a ese tipo de dispositivos. Una vez que ya los tengan, serán más complejas las medidas, ya que todos sabemos que, nacidos en la era digital, nuestros hijos poseen mayores habilidades que nosotros con estos aparatos, no habiendo programa de control parental que sea realmente efectivo.
Es en ese tiempo previo a su acceso a la tecnología, cuando debemos transmitir los contenidos en materia sexual de la manera más apropiada a su edad y nivel de comprensión. Responder a sus preguntas sin escandalizarnos y con la mayor sinceridad posible, es un adecuado paso para ganarnos su confianza como fuente de información. Otro medio es poner a la disposición de ellos, libros o enciclopedias para niños, que manejen el tema y así los niños tendrán acceso a la información en su ambiente, en un lenguaje claro, directo pero acorde a su edad.
La información pertinente no limitará su inquietud por buscar más información, ni impedirá que les lleguen por otras vías, sin embargo, ya se habrán desarrollado una idea al respecto, lo que los hará menos susceptibles a distorsiones. De igual manera, si hemos tenido hacia ellos una actitud de apertura hacia el tema, con seguridad se permitirán comentarios que nos informen de sus posturas al respecto. En esos momentos, conversaciones honestas y realistas hacia esta área, serían de mucha utilidad.
Considero que la sexualidad y sus expresiones en cada momento histórico, tenderán a escandalizar a los mayores y ser un reto para los más jóvenes. Tener una actitud abierta, con disposición al intercambio de opiniones sobre el tema, podría ser el mejor y principal antídoto ante tanto bombardeo al que nuestros hijos estarán sometidos.
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