Cada día es más notoria la importancia del cuidado de la piel a través de distintos medios de comunicación social y hasta entre conversaciones mucho más personales entre amigos, compañeros de trabajo o algún encuentro casual en un salón de belleza
En la época de nuestros abuelitos, no se sentía como una imperiosa regla el usar protector solar todos los días, o regular nuestra exposición al sol cuando vamos a un lugar al aire libre. De hecho, existían mujeres extremistas (espero que el hábito haya desaparecido) que se aplicaban aceite de bebé en la piel para obtener un bronceado más rápido e intenso. Pero, ¿qué tan grande o regular es el cuidado que le debemos dar a nuestra piel? ¿Cuáles son los aspectos que debemos evitar para cuidarla? Para contestar estas interrogantes e, inclusive, derribar algunos mitos, me reuní con el Dr. Edgar La Rotta, quien es Médico Dermatólogo en la “Clínica de la Piel” en Venezuela y gracias a su amplia experiencia y preparación no me quedó duda de que él nos orientaría hacia el camino de una piel estupenda.
Recomendaciones básicas para cuidar la piel
A cualquier edad hay que protegerse del sol. Se debe usar protector solar diariamente, aunque no se salga de casa. La piel hay que hidratarla muy bien con cremas para tal fin. Evitar el exceso de uso de jabones y baños calientes, pues esta combinación genera resequedad. Complementar la hidratación ingiriendo abundante agua.
¿Sol o no sol?
El sol es bueno en cierta medida. La realidad es que la mayoría de la gente toma sol de una manera irregular e irresponsable. Hay que tomar sol de una manera responsable. El sol se necesita para estar felices, para recibir su energía y, en menor medida pero igual de importante, para sintetizar la vitamina D.
Para los amantes de la playa (donde me incluyo como una adicta perdida), ¿cuál es la hora más recomendable para tomar sol?
En la playa estamos casi desnudos. No tenemos el mejor protector solar, que es la ropa. Se debe reaplicar el protector solar constantemente. Léase bien, protector o filtro solar. No debemos dejar llevarnos por los números de los bronceadores. Lo más recomendable es usar filtro solar y reaplicarlo cada dos horas o cada 20 minutos si se está dentro del agua. Las horas menos aconsejables para exponerse al sol son de 10am a 2 pm, pero hay que recordar que todo el día se recibe radiación ultravioleta.
Tratamientos a nivel estético más buscados
Lo más frecuente que se quiere mejorar son las manchas y las arrugas. Para lograrlo, existe un amplísimo abanico de opciones, que va desde cremas que se usan en casa hasta procedimientos en consultorio, que pueden ser no invasivos e invasivos. Los no invasivos usan aparatos, donde resaltan los equipos de láser. Los tratamientos invasivos usan inyecciones, como toxina butolínica y rellenos como ácido hialurónico y, lo que está muy de moda, la colocación del plasma rico en plaquetas. Este último consiste en tomar la sangre del paciente, ponerla en una centrífuga a alta velocidad y luego extraer unos factores de crecimiento que se colocan mucho para las caídas del cabello y a nivel estético. A pesar de que es bueno, el especialista no cree que sea diferencialmente mejor que otros procedimientos ya existentes como el láser e inclusive algunos tratamientos con cremas con principios activos que se pueden aplicar en la comodidad del hogar. Sin dudarlo, el tratamiento que tiene mayor demanda y aceptación por los pacientes es la toxina butolínica, conocida mayormente como botox.
Mitos sobre el cuidado de la piel de bebés y adultos mayores
Ningún niño debe exponerse al sol antes de los dos años, por lo que no es aconsejable ir a la playa antes de esta edad. Se ha popularizado que el bebé puede visitar la playa o piscina cumplidos los seis meses, pero no es así. (Confieso que mi corazón fashionista se rompió cuando escuché esas palabras del Dr. La Rotta, pues llevaba algunos años imaginándome a mi futuro querubín con su atuendo playero super cuchi y miniatura). De hecho, es un mito que haya que exponer al bebé 10 minutos diarios al sol. Si el niño padeciese de ictericia, existen lámparas para mejorar esa condición en las clínicas, salvando al bebé de cualquier riego por recibir rayos solares prematuramente.
También es importante acotar que el 80% del daño solar ocurre antes de los 20 años de edad, pero esos abusos pasan factura es durante la adultez y la ancianidad. Es decir, cuando se es adulto, no es que la enfermedad que se esté padeciendo sea por lo que se hizo recientemente, sino muchos años atrás, más exactamente los primeros 20 años de nuestra vida.
A partir de los 50 años, la piel empieza a perder su grasa natural, por lo que se aconseja aumentar la aplicación de cremas hidratantes y procurar que sean diseñadas especialmente para pieles maduras.
No queda duda, ya desde nuestro nacimiento es vital el cuidado brindado a nuestra piel. Al principio es responsabilidad de los padres, pero –como casi todo en la vida- es fundamental que nosotros mismos tomemos la riendas en el cuidado de nuestra piel, lo cual además de contribuir con una apariencia más hermosa, aumentará nuestras posibilidades de tener una piel saludable de por vida. ¡Que la belleza sea una consecuencia de nuestra salud!
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