No importa qué tanto hayas hecho en un día o qué tan fuerte haya sido para ti la jornada, si logras tener una buena noche de descanso reparador, al día siguiente podrás tener tus energías recargadas para afrontar lo que sea que tengas pendiente. Acostarse a dormir por las noches no es sinónimo de que tienes un descanso con la calidad y el tiempo necesarios. Es lo mismo que decir que meterse bajo la regadera no garantiza que quedarás limpio, a menos que cumpla con ciertos elementos.
Si en este punto de tu vida sientes que tus hábitos del sueño no son los mejores y eso puede estar afectando tu desempeño general, una buena idea sería que revises un poco las razones por las que eso puede estar ocurriendo. Para hacer una evaluación de lo que está pasando en tu vida puedes apoyarte de alguno de los libros que están en este listado de títulos de superación personal de Gananci.
Por otro lado, si tus rutinas no han cambiado, pero crees que necesitas mejorar la calidad de tus descansos porque en las mañanas sufres al momento que suena la alarma o a pesar de que duermes sigues luciendo cansado, es hora de que hagas algunos cambios para remediar esto.
El sueño es uno de los procesos más importantes para el organismo. Cuando estamos descansando nuestras células se renuevan, el cerebro segrega hormonas importantes para los sistemas, se desintoxica de aquello que no es importante para nosotros, entre muchas otras funciones básicas que ocurren durante esas horas.
El buen descanso no puede ser subestimado, ya que tiene una importancia similar a la de la buena alimentación en la salud. Cuando no descansas lo suficiente puedes sufrir de estrés (bien conocido por desencadenar otras patologías), tener más dificultad para concentrarte, experimentar lentitud de pensamiento, irritabilidad entre otros síntomas que gritan que debes mejorar la manera en que descansas.
Para lograr esto, puedes poner en práctica las siguientes rutinas antes de irte a la cama todos los días para que puedas condicionar a tu cuerpo.
1.- Establece una hora específica para ir a la cama: si todos los días esta varía, se hará más complicado crear el hábito. En cambio, si todos los días te vas a la cama a la misma hora, el cuerpo se acostumbrará poco a poco hasta llegar a un punto donde no importa en dónde te encuentres o qué estés haciendo, a esa hora ya sentirás la necesidad de ir a la cama.
2.- Aléjate de los dispositivos electrónicos al menos 30 minutos antes de tu hora de dormir: es comprensible que la tecnología sea parte fundamental en nuestras vidas y a veces se nos dificulte separarnos de ella, pero cuando se trata de nuestra salud vale la pena tener cuidados especiales.
Las pantallas de los smartphones y tablets tienen una luminiscencia que afecta negativamente la melatonina -que es la hormona reguladora del sueño- esto según un estudio de la revista estadounidense PNAS. Además, retrasa el sueño profundo, haciendo que este sea más ligero e incluso causando “insomnio tecnológico”.
Lo preferible es que apagues el teléfono mínimo 30 minutos antes de dormir para que las luces, notificaciones y demás no interfieran durante el descanso.
3.- Toma una ducha caliente en las noches: esto te ayudará a relajar los músculos preparándote mejor para entrar en un sueño profundo más rápidamente, el cual es el más importante debido a sus funciones reparadoras. La sensación de limpieza también te hará sentir mejor al momento del descanso.
4.- Haz ejercicios temprano: muchas personas creen que hacer ejercicios de noche es positivo ya que al llegar a casa toman una ducha y el cansancio los obligará a meterse en la cama de inmediato. El problema es que, aunque a algunos les funciona, no siempre es así.
Recuerda que el ejercicio libera endorfinas las cuales hacen que el cuerpo se sienta con mayor energía físicamente y de mejor humor emocionalmente. Además, si te has ejercitado tus músculos están muy activos, tu ritmo cardiaco un poco acelerado y puede que haya adrenalina en tu metabolismo, un neurotransmisor que te mantiene alerta.
El ejercicio es maravilloso para quemar calorías y hacer que en las noches el cuerpo esté más que listo para un descanso, pero elige hacerlo en un momento alejado de tu hora de dormir.
5.- Toma infusiones: hay personas que necesitan ayudarse con píldoras para dormir y aunque son efectivas no son la opción más saludable. Mientras te preparas para ir a la cama puedes prepararte una infusión que te relaje y estimule tus ganas de dormir.
Algunas de las infusiones que puedes probar es el té de valeriana que tiene propiedades calmantes y sedantes, así como el tilo y la manzanilla. No es necesario que los tomes todas las noches, para que tampoco mal acostumbres a tu cuerpo a que necesita estímulos externos para descansar.
6.- Evita café, alcohol y otros estimulantes: algo muy importante para un buen descanso es que evites las bebidas mencionadas anteriormente después de las 6 de la tarde si deseas un descanso óptimo y tienes problemas para conseguirlo. Sustituye el café y el alcohol por alguna de las infusiones previamente mencionadas y dormirás toda la noche.
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