Desde hace unos años estoy en una actividad donde me rodean mujeres emprendedoras que saben lo que quieren y tienen bien definido cuál es su propósito en la vida.
Todas esas mujeres coinciden en que los factores que las han llevado al éxito son básicamente los mismos y siempre están dispuestas a compartir sus secretos con todas aquéllas que también queremos lograrlo.
Cuando me invitaron a formar parte de esta columna pensé en compartir esta que es una de mis experiencias. Quiero hablar con ustedes acerca de mis motivaciones, mis inquietudes y mis logros.
Salud, belleza y bienestar económico suena muy general pero creo firmemente que si las mujeres se sienten bien en los tres aspectos, consiguen una estabilidad emocional y son más felices por lo tanto la familia, la sociedad y el mundo será más feliz.
¿A veces te preguntas como sería tu vida con un futuro mejor que tu presente? ¿Cómo te ves dentro de un año y cinco años?
Quién es Margaret Romero
Me llamo Margaret Aivars Romero. Soy venezolana, estudié Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, trabajé como profesora de Relaciones Públicas en la Universidad, y formé parte de un programa de entrevistas en la televisora Nacional Canal Cinco.
También fui la editora de una revista técnica en la industria petrolera venezolana. Después de que me casé y nacieron mis hijas, me dediqué a mi hogar. Es esa etapa la que me hizo graduar en la Universidad de la vida con el título de esposa y mamá. En esos años aprendí la profesión a la que le he dedicado el mayor tiempo de mi vida. Fueron noches sin dormir, días enteros en los que tenía que dividirme entre las actividades de los colegios y las extracurriculares. Siempre había una clase de baile o un deporte donde había que llevarlas y traerlas.
La mayoría de ustedes saben, para nosotras las madres, no hay vacaciones, no hay pagos extras ni planes de retiro.
En esa época trabajé como voluntaria en una fundación para ayudar a niños abandonados, así que mis horas en el día estaban ocupadas. Me sentía feliz, útil, necesitada. ¡Mi vida era completa!
Mi sueño era ver a mis hijas ya grandes, profesionales y felices en sus vidas.
Hace veinte años cuando cambió el gobierno de Venezuela, nuestra historia también cambió. Se inicia en el país, un proceso de deterioro a todo nivel y gracias a la visión de mi esposo decidimos mudarnos a los Estados Unidos.
Llegamos a Boston por un año y después nos mudamos a Houston y allí permanecimos cuatro años. Ahora ya tenemos quince años en Miami.
Hice todo lo posible por mantener la estabilidad de mi familia. Mis hijas eran las más afectadas porque no fue una sola mudanza sino tres. Hoy me siento feliz de haber logrado que ellas se identificaran con este nuevo país que sería nuestro nuevo hogar.
Me empeñé en que se adaptaran a sus nuevos colegios, al idioma, a las costumbres, pero siempre fui muy estricta en que en casa se hablara en español solamente. Hoy día digo con orgullo que ninguna de mis hijas perdió su idioma materno y es más, ¡ellas hablan español también entre ellas!
Cuando la menor de mis hijas terminó el bachillerato y se fue a la Universidad, yo sentí que tenía que buscar alguna actividad porque mis días como mamá a tiempo completo se estaban acabando y quería dedicarme de nuevo a alguna actividad profesional. Estaba aterrada de experimentar el síndrome del nido vacío y empecé a investigar sobre eventos, cursos o cualquier actividad donde me pudiese involucrar para distraerme y al mismo tiempo que me produjera una remuneración económica.
Esa situación en la que me encontraba era como esa pesadilla que quieres desaparecer de tu vida, esa frustración que te remueve las entrañas. Eso es lo que me ayudó a definir mi visión: ayudar a otras mujeres a lograr que consigan una actividad que las apasione y que les de reconocimiento e independencia económica.
Visualización con propósito
Visualiza cómo te gustaría sentirte y cómo te sentirás cuando tengas la vida que deseas. A veces las situaciones no muy agradables son muy necesarias para abrirnos los ojos y entender nuestras carencias.
Tener una visión clara es como tener un compás que siempre te indica el Norte y si llegas a tomar una decisión no acertada y te desvías del sendero, tu visión te ayuda a volver al camino.
No hay que estresarse buscando grandes soluciones inmediatas. Pequeños cambios diarios nos ayudan a conseguir un propósito en la vida. Hay que mantener convicción, mente positiva y diseñar nuestra vida.
Tienes que ser muy firme con tus prioridades, enfócate en un tema que te apasione. De nada sirve dedicarte a una actividad, solo porque eres buena en ella o porque te han dicho que lo haces bien y al final del día estás amargada.
Siempre tuve gran interés por la nutrición y la salud. Desde muy joven me leía los libros que hablaban sobre el tema y como sabia un poquito más que mis amigos y familia, me convertí en la ’consultora de salud” porque me la pasaba dando tips de cómo mejorar la salud, y secretos sobre el cuidado de la piel y como mantenerse y lucir joven.
Hoy día estoy involucrada con una compañía de belleza, salud y bienestar que ofrece productos botánicos para el cuidado de la piel y que conscientes de que la belleza viene de adentro hacia afuera, también enseñan a los consumidores a que adopten un estilo de vida más saludable.
Un día tome la decisión de inscribirme en el Instituto de Nutrición Integral para obtener un certificado de Coach de Salud. Ese ha sido otro de mis logros, otro sueño cumplido.
Si quieres que tu realidad cambie, comparte tu visión y que todos se enteren de tu pasión y entusiasmo. El mundo se aparta para dar paso a todos aquellos que saben exactamente hacia dónde quieren ir.
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