Toda interacción con nuestros hijos tiene repercusión en su desarrollo. Definitivamente, nada de lo que hacemos como madres y padres pasa desapercibido. Positivo y negativo. El desarrollo del lenguaje es uno de ellos. Pudiera considerarse que es un conocimiento del cual se ha apropiado la población, es decir, que es objeto del dominio popular la importancia de hablarles a los bebés para estimular su lenguaje. Sin embargo, ¿hasta qué punto se conocen detalles y prácticas acertadas al respecto?
Un estudio recopilatorio realizado por Saint-Georges y otros* sobre el Motherese o habla dirigida al bebé (ISD-siglas en inglés), llega a la conclusión que el intercambio verbal y no verbal madre e hijo, tiene características esencialmente diferentes al lenguaje del recibido por el niño, de otros cuidadores como padre, abuelas y niñeras.
La interacción verbal materno infantil tiene entonaciones, ritmos y gesticulaciones que son únicas y que poseen una especial influencia en la estimulación del habla en el hijo. La madre es más interactiva y usa tonos diferenciales según el aspecto manifestado que, acompañado de gesticulaciones e indicaciones expresas hacia objetos, se convierten en potentes estimuladores de desarrollo del habla, incluso en bebé pequeños de 2 meses.
Sin embargo, como se trata de un enlace interaccional, las reacciones del bebé retroalimentan las acciones de la madre para dar lugar a un graduación o modificaciones de las expresiones de esta. Bebés más expresivos son más atractivos, lo que a su vez aumenta la calidad de las interacciones de las madres. Según los autores, las madres ajustan su intercambio verbal a la edad, habilidades cognitivas y nivel lingüístico de los bebés.
Esta interacción especial despierta el interés y atención de los bebés, mediante el discurso de señalización que se dirige específicamente a ellos, además de un contenido y forma que están adaptados para resultar en positivas consecuencias en el desarrollo del intercambio de emociones, el aprendizaje y adquisición de lenguaje.
¿Cómo fortalecer este efecto? Es importante que las madres sean receptivas a la atención y el contacto visual que inicia el bebé. Tal contacto debe ser reforzado con verbalizaciones, señalizaciones sobre el mundo que les rodea, gestos y manifestaciones de afecto positivo, así como sonrisas. Particularmente la risa debe convertirse en un comunicador potente y frecuente en las interacciones con nuestros bebés.
La co-construcción que emerge de la adaptación recíproca materno infantil y el refuerzo a través del enlace interactivo, es crucial para desarrollo de las habilidades cognitivas en el niño tales como la atención, el aprendizaje y la construcción de herramientas intersubjetivas, entre ellas, la atención conjunta. Por supuesto, principalmente influenciadas las habilidades comunicativas del niño.
La naturaleza social fundamental de los humanos se hace evidente una vez más, siendo crucial el contacto del niño con sus cuidadores. Pero la particularidad que en su desarrollo no solo emocional-social sino cognitivo y verbal posee la figura materna, queda una vez más ratificada.
*Saint-Georges C, Chetouani M, Cassel R, Apicella F, Mahdhaoui A, et al. (2013) Motherese in Interaction: At the Cross-Road of Emotion and Cognition? (A Systematic Review). PLOS ONE
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