¡Qué bien nos sentimos cuando tenemos el control de las situaciones y de nosotros mismos! Sin embargo, cuando esto no es lo que predomina, ¿sucede lo mismo? Evidentemente ¡NO! Se dan una serie de emociones que van alimentando la actitud de indefensión ante las situaciones, se pierde el autocontrol y se puede llegar a un estado de frustración.
Una de las causas de mayor problema para nuestra vida emocional, es querer mantener el control de las situaciones y cosas externas a nosotros, puesto que nos lleva a convertirnos en personas aprehensivas, manipuladoras, calculadoras y a planificar en exceso, actitudes que se convierten en alimento para la ansiedad y la depresión.
En la vida es importante comprender que no hay garantías de nada, y esa es una premisa que debemos asimilar y adaptar a nuestra cotidianidad. Cada persona, de acuerdo a la personalidad que tenga, puede comprender o no lo antes mencionado: el vivir una vida sin garantías es para muchas personas como estar sobre un piso inestable (la vida no me da seguridad, necesito estructura) y para otros es como estar sobre abono (cada día es una oportunidad de cambiar mi película de vida). Cabe destacar que todo va a depender de la perspectiva que tengamos de lo que nos sucede tanto dentro como fuera. Debe haber un balance entre lo que sucede fuera y nuestra vida interna.
Debemos estar conscientes de nuestros límites, ya que solo de esta forma podremos reconocer que hay cosas manejables y otras no. El mundo exterior siempre estará ligado al mundo interior y viceversa. Dependiendo de cuál sea el lugar de control de cada individuo, nuestras emociones, decisiones y actitudes van a estar orientadas por las situaciones que nos acontecen.
El equilibrio perfecto lo da el poder identificar en el exterior las cosas con las que podemos trabajar de acuerdo a nuestros recursos; actuar y reconocer las que se escapan de nuestras manos y dejarlas fluir.
El crecimiento personal desde la perspectiva psicológica está en constante desarrollo y evolución, y debe permanecer en constante transformación, esto es necesario para sentir bienestar. Los pensamientos generan una respuesta en nuestro cuerpo, y es necesario en ocasiones dejar a un lado la lógica y el pensamiento lineal y darles permiso para que vengan hacia ti. En definitiva, lo que más te da tranquilidad es hacerte responsable de tu vida: emociones, sentimientos, decisiones y actitudes. Sé responsable de lo que te sucede, no culpable.
Hasta la próxima entrega y haz que algo bueno suceda en tu vida.
Twitter: @Marialem36
E-mail: morales.maria111@yahoo.com
Facilitadora de los talleres: Importancia de la Educación Inicial, Agresividad Infantil, Sexualidad Infantil, Integración Familia, Escuela y Comunidad, La Dislexia: reto a descifrar lo leído, Excelencia Personal.
Escritora de corazón. Finalista del III Concurso "Cuéntale tu Cuento a La Nota Latina" con el cuento: "La Migración de Frabe". Mi lema de vida es: Vive cada día con fe, pasión y creyendo en ti.
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