Hace algunos años, con motivo de la graduación de uno de mis hijos, le regalé un pequeño juguete de bambú que funciona como rompecabezas (puzzle) y al cual agregué tres palabras para contar una historia.
En ocasiones, la vida nos lleva por caminos que caminamos de prisa, un sentido de urgencia que en ocasiones es innecesario pero no por ello menos atendido, corremos para terminar una cosa y ya estamos comenzando otra, incluso en ocasiones nos vanagloriamos de ser “multitasking” o multitarea, una especie de malabarista de tareas que en muchas ocasiones terminan por ser cumplidas a medias o de forma mediocre.
En el camino de cumplir estas metas, muchas veces vamos olvidando algunos detalles importantes de nuestra existencia, logramos cosas pero perdemos otras, en ocasiones nos preocupamos tanto por una meta que terminamos por olvidarnos de quien la lleva a cabo, sí, estoy hablando de nosotros mismos.
Es por ello que en este momento en el que mi hijo culminó sus estudios, le regalé un rompecabezas que ejemplifica lo que nos sucede con frecuencia, mismo que en tres “sencillos pero no tan sencillos” pasos, le ayudará a recordar que hay tres cosas importantes que debe cuidar cuando se sienta incompleto.
Espero que disfrutes de este video que tiene como intención mantener en alto tu salario emocional.
- Por qué debemos ser como el faro - julio 23, 2018
- El reconocimiento: clave del liderazgo empresarial - julio 19, 2018
- ¿Qué es un migrante generacional y cómo identificarlo? - julio 10, 2018