La palabra coronavirus fue la más buscada en Google en marzo pasado. Y aunque desde enero se venía viendo de qué iba la cosa con este virus de Wuhan, China, no fue hasta que Italia declaró emergencia nacional y el cierre fronterizo con países vecinos, que se creó una alarma general, primero en Europa y luego en el mundo entero, por lo rápido que se expandió el virus.
La palabra miedo también es una de las más citadas y va ligada al nombre del virus, Covid-19. Solo basta prender la televisión o la radio, o revisar redes sociales (incluyendo las más populares para el público juvenil) para darnos cuenta de que se menciona tanta o más veces que al mismo bicho.
Y es que el poderoso e invisible Covid-19 ha puesto a la humanidad de rodillas, presas en sus casas por tiempo indefinido, trastocando todas las economías y sumiendo en la incertidumbre nuestras vidas, incluso la laboral.
Europa alerta que 22 millones de empleos se perderán a causa de la pandemia. En Estados Unidos cerca de 22 millones de personas ya han perdido su puesto de trabajo y América Latina va camino al abismo en este tema, aunque las cifras de contagio sean más bajas, por ahora.
Recién la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, redujo las previsiones de crecimiento económico del 1,3 % a una oscilación entre 1,8 % y 4 %.
Esta cuarentena que vivimos como humanidad, nos impone, además, el teletrabajo, una opción que no todos tienen a su alcance. ¿Qué nos enseña el Covid-19? Con todo el miedo que nos ha generado, la incertidumbre y el dolor que nos causa ver a tanta gente afectada y a los gobiernos desbordados para tomar acciones y hacerle frente, algo bueno a nivel de enseñanza nos debe dejar.
Flexibilidad
Frente al cambio de vida tan brusco, el coronavirus nos ha llevado a ser flexibles, a tomar en cuenta otras opciones para seguir trabajando, contribuyendo desde la trinchera a nuestro sector productivo. Aunque trabajar desde casa tenga sus pros y sus contras, muchos siguen activos produciendo.
Creatividad
Si un negocio tiene que cerrar, pero tiene capacidad productiva para generar un bien de valor en tiempos de pandemia, ¿por qué no hacer algo productivo por la salud de todos? Ningún gobierno va a despreciar en estos tiempos que una empresa dedique esfuerzos a hacer mascarillas, fabricar batas o implementos para los servicios de salud o a ofrecerse voluntarios para limpieza de lugares públicos. Hemos visto un enorme esfuerzo de muchos sectores que se han animado a dejar la cuarentena para trabajar en áreas que la salud pública y el bienestar general demandan.
Solidaridad
Un aspecto positivo que nos ha dejado este virus es que nos ha llevado a mirar dentro de nosotros mismos, a sacar lo mejor de cada uno, para luego plasmarlo en el mundo. Somos inquietos de naturaleza y por eso no somos indiferentes a lo que nos pasa como humanos. De allí la multiplicación de gestos solidarios por doquier. Hoteles que reabren sus puertas para recibir a médicos y enfermeros que residirán allí mientras laboran en primera fila y así no sean focos de propagación del Covid-19. Vecinos que crearon una app para comunicarse con su comunidad y ponerse al servicio para comprar comida a quienes no pueden hacerlo porque son personas de riesgo (adultos mayores o discapacitados). Psicólogos que montan sus propias páginas para dar asesoría gratuita a quien lo necesite. Músicos y cantantes que aprovechan sus balcones para dar conciertos nocturnos y así hacer más llevadero el confinamiento. Artistas que hacen Lives todos los días para estar más cerca de sus seguidores. Todo para contribuir a que tengamos fe y perseveremos.
El mundo que sigue
¿Cómo será nuestro mundo laboral después de esto? Nadie sabe. Lo que sí es que va a cambiar mucho el modo en que nos comunicarnos. Lo primordial será el trabajar hoy en marcar el camino. Los que sean más flexibles, creativos y solidarios tendrán allanado una gran parte. Seguro la gente reconocerá más fácilmente a las empresas que les apoyaron en momentos críticos. Ahora que entre vecinos nos reconocemos y más si estamos en las redes, cuando salgamos de ésta nos será más fácil hacer negocios con ese que nos ofreció algo de valor o ir al concierto de aquel que nos cantó en cuarentena (así eso implique ir a la ópera).
Como humanos contamos con una gran capacidad para ser resilientes. Tener conciencia y valorar lo que hemos vivido para sacar aprendizajes será importante. Sin duda alguna, el coronavirus vino para promover un gran cambio en la humanidad. No podemos ser egoístas. Somos parte de un colectivo y el bienestar de uno depende del bienestar de todos.
Evelyn Navas Abdulkadir. Encuentrame en redes como @ecnaproasesoria.
También puedes leer en La Nota Latina
Teletrabajo: ¿Cuál es su verdadero reto?
- ¿Cuánto trabaja un CEO? - febrero 24, 2022
- El nuevo capricho de Rauw Alejandro - febrero 9, 2022
- ¿Cuáles son los platos desconocidos de la cocina de Estados Unidos? - febrero 9, 2022