Mantras...En el Evangelio dice: «En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios … y la Palabra se hizo carne.» Un inicio que la Biblia y otros textos sagrados tienen en común con la ciencia (la teoría de Big Bang): la chispa inicial de la creación provino del sonido. Todo vibra.
Los vedas (antiguas escrituras hindúes) encontraron un sonido para representar ese instante divino: «OM» “AUM”. Ese es el mantra primordial, el símbolo de las realidades profundas que realmente existen. El sonido “A”, se refiere al mundo denso, la “U”, se refiere al reino sutil y la “M”, al plano causal, de los cuales la realidad densa y sutil emergen. Luego viene el silencio, que representa la realidad absoluta que es el sustrato para cada una de las demás realidades.
Este sonido primordial, luego se diversificó, como suele suceder con cualquier tipo de onda. De manera que la unidad se dividió para transformarse en multiplicidad, originando el mundo en el que vivimos. Un Universo compuesto de muchos universos, uno dentro de otro. Realidades infinitas, donde cada una vibra a su propia frecuencia interactuando entre sí para producir la compleja existencia que conocemos.
Cada órgano, tejido y célula tiene una vibración propia, que al estar en armonía, genera la más perfecta melodía: un cuerpo humano saludable. De modo que la pérdida de la salud se produce por la desarmonización en dichas vibraciones.
Históricamente, para el hombre, la emisión de sonidos fue algo natural. Comenzó por imitar el sonido de su corazón, luego saltó a comunicarse con la naturaleza. Con su voz aprendió a sanarse, a calmarse, a dormirse. A través de mantras y sonidos es posible alinear al ser con vibraciones que favorecen la salud, la felicidad, y la unidad.
Mantras que sanan
Cada mantra produce un sonido único y sus vibraciones estimulan diferentes áreas del cerebro. Pueden cantarse mantras especialmente dirigidos a una parte específica del cuerpo, cómo un órgano, una extremidad o alguno de los siete chakras (ruedas de energía) que conforman el cuerpo humano, para restaurar el flujo vital y promover la curación.
Los mantras pueden utilizarse para reafirmar actitudes positivas sobre ti mismo, y para cambiar las vibraciones de tu entorno, sanando espacios y transmutando energías discordantes.
En la tradición védica, la vibración del sonido se denomina Nada. Más allá de restaurar la salud en el individuo, la Nada es un importante elemento devocional. Se dice que el Chakra del corazón (Centro energético del Amor, Anahata en sánscrito) capta los sonidos internos, equilibrando nuestro cuerpo energético. También puede captar los sonidos externos si los conducimos apropiadamente hacia él, a través de técnicas específicas. Cada cuerpo tiene un sonido particular que le resulta sagrado. Si logra alinearse con él, equilibrará su cuerpo energético. Existen técnicas para aprender a conectarse con ese sonido interior y sus efectos son profundamente sanadores. Es posible además conectarse con la vibración Universal, lo cual te pondrá en contacto con tu divinidad para que alcances estados elevados de consciencia.
En una sesión de sanación con mantras, los sonidos externos, son captados por los sentidos y permiten al Ser mover la consciencia del exterior al interior. Atrévete a experimentar con los mantras. Encuentra un lugar donde puedas relajarte y comienza por escucharlos. Luego aprende a cantarlos. Poco a poco te adentrarás en un universo sorprendente de transformación espiritual.
Luz y Paz para ti.
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