Parece mentira que ya estamos a punto de cumplir dos años desde que mundialmente se reconoció que la humanidad en general estaba siendo afectada por la pandemia gripal del virus Covid 19. Desde entonces hemos pasado por muchos cambios en nuestras vidas, y aunque hemos luchado por regresar a las actividades tradicionales, debemos reconocer que aún no hemos logrado encontrar lo que llaman “la nueva forma normal de vivir”. Todo esto está cambiando nuestro compartir cultural.
En sociedades interculturales como las del primer mundo, los grupos culturales se reúnen entre ellos mismo, pero no hay las actividades comunitarias de antes del 2020, cuando se compartía la cultura en festivales, a través del arte culinario y de la expresión artística. Además, las diferentes generaciones no se están integrando porque todavía se hacen muchos esfuerzos por no exponer a los ancianos al virus. Aunque las nuevas variantes del virus, para los vacunados, actúan como una gripe fuerte, muchas personas siguen limitando sus interacciones comunitarias. El siguiente elemento que está cambiando las interacciones interculturales es el uso de la mascarilla. Con la sonrisa tapada es más difícil poder conectar con una persona de otro grupo cultural. Algunos padres han decidido no usar mascarillas alrededor de sus hijos infantes para que los nacidos en esta pandemia no se desarrollen mirando a personas con la cara tapada, para que sepan descifrar bien las emociones.
Sabemos que nos está cambiando el modo de interactuar. Esto, además, está afectando el avance en el aprendizaje de idiomas. Para solucionar estos retos la recomendación es comenzar a formar grupos sociales interculturales nuevos, como mini festivales. En esos ambientes se pueden conocer a personas de otras culturas en grupos más privados. Esa participación se puede liderar con reglas para el grupo (vacunación, distanciamiento, tapabocas en los espacios cerrados, etc.). De esa forma intencionalmente comenzar a abrirse otros horizontes interculturales. Que el enfoque no sea vender productos, sino participar en la comunicación intercultural para seguir aprendiendo. Y en el área de trabajo ser más intencional que en el pasado para compartir nuestro punto de vista cultural. Hoy más que nunca nuestra voz cultural es un aporte para el desarrollo económico de nuestras comunidades. #CulturePhilanthropy #LiderazgoDeValorCultural
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