Llevamos una vida muy ocupada y tenemos que viajar a diario distancias largas. Por lo tanto, se ha creado la necesidad de que también nuestros niños y adolescentes dispongan cada uno de un celular para mantenernos en contacto, estar en comunicación constante. Ahora, esa misma necesidad ha hecho que se pierda el control del tiempo que pasan ellos con el celular y del uso que les dan con la facilidad que hay del internet. Esa situación se ha convertido para la mayoría de los padres en una gran preocupación. Aquí tengo algunos consejos que si se llevan a la práctica pueden dar buenos resultados:
-Usar otra alarma para levantarse por la mañana que no sea la alarma del celular.
-Establecer una hora del día específica para los niños empezar a usar el celular.
-A la hora de comer, todos tienen que dejar el celular sobre la mesa de la sala o sobre otro lugar que los padres escojan.
-Celulares apagados a más tardar a las ocho y media de la noche y colocados sobre la mesa de la sala antes de irse a la cama. Todos sin distinción.
-Chequeo periódico por parte de los padres de las páginas a las que ellos accedan y revisar las conversaciones y las fotos. Saber quiénes son sus contactos.
-Cuando los niños estén en lugares donde se requiera apagado el celular, como salón de clases, iglesia, teatro, reunión, etc., apagárselo.
-Cada uno debe ser responsable de cargar y proteger su celular siempre.
Lo que se pretende con estas reglas es que los niños y los adolescentes creen conciencia y aprendan de manera natural a controlarse ellos mismos e ir educándose sobre el buen uso que se debe y puede hacer del celular. No se pretende alejarlo ni disgustarlo, se pretende crearles conciencia. El aparato cuesta mucho dinero y mantener el servicio activo también. Si bien es cierto que el uso de esta herramienta se ha vuelto imprescindible para todas las actividades de la vida diaria y en todas partes del mundo, también es cierto que nos puede crear una adicción enfermiza, muchos gastos y mucho stress . Todos necesitamos tener un celular y nos gusta tenerlo. Sí, créalo. Dejamos de pagar otros servicios con tal de tener activo el del celular. Eso es imprescindible y más importante por múltiples razones. El uso del teléfono celular es hoy día la manera más fácil, rápida y efectiva de estar localizable.
Cuando las compañías telefónicas comenzaron a ofrecer los planes familiares en los que se incluye celular para los niños creímos que era algo peligroso e inapropiado pero después cambiamos nuestro punto de vista y aceptamos que eso es lo mejor que se ha creado pensando en la seguridad de nuestros hijos y de una vez adquirimos el plan, se compró un celular para cada uno de sus hijos pequeños y los no tan pequeños.
Son muchos los padres que se desesperan tratando de que sus hijos entiendan que debe haber un momento libre del celular. Es un acto muy común escuchar a unos padres reclamar a los hijos porque no tienen tiempo para otra cosa que no sea el uso exagerado del celular. Lo llevan a todas partes y en todos los momentos de la vida como si fuera un trofeo o un salvavidas. Todo en exceso lleva al desequilibrio.
El que paga por los celulares es el que tiene que imponer las reglas del uso para de esa manera tomar el control. En general hemos creado una dependencia tal del celular que cuando por error se nos queda en la casa cuando salimos es algo que extrañamos más que a un ser humano y cuando lo perdemos deseamos habernos perdido con él. Es increíble la dimensión de la dependencia del celular que tenemos por muchas razones más otras caprichosas que le agregamos para justificarnos. Nos hemos vuelto adictos al aparato telefónico y cueste lo que cueste el modelo que se desea se adquiere porque se adquiere. Cuántas doble vida podemos llevar con el! Pero a la vez nos ha dejado en soledad, se ha perdido el contacto visual con las demás personas. Lo único que nos falta hacer con él es un milagro! Y cuidado si ya se hecho alguno por ahí! Tenemos la mayoría de las informaciones personales registradas en el celular. L a mayoría de las informaciones y los datos que están ahí registrados no se borran y hay unos celulares que funcionan con una tecnología tan avanzada que se pueden localizar en el fondo del mar y hasta en la luna.
Cada día se integran más funciones a la tecnología con más duración y alcance en menos espacio y esto facilita la vida. Por momentos uno llega a pensar que ya no hay nada más importante que tener un celular y que todo lo demás queda relegado a un segundo plano cuando lo estamos usando. Eventualmente cuando nos encontramos con una persona que no puede compensar los gastos de tener un celular nos parece un poco raro porque ahora hay celulares gratis que se pueden obtener como parte de los beneficios que da el gobierno. Así que de cien familias 100% de ellas usan celular y entre esa cantidad hay un número muy significativo, un 78% que es usado por niños y el 84 % de los adolescentes duermen con él en la cama. Lo importante aquí no es lo caro del celular, lo más conveniente para ambas, partes padres y niños es que existan, que se hayan creado unas reglas específicas para permitir el uso consciente y adecuado del teléfono celular. Proporcionar el uso del celular a un niño es una responsabilidad absoluta de los padres y por ello es que hay que establecer las normas que deben seguir para su uso correcto.
Hay una frase que dice: “En todas las actividades de la vida en la que uno sale ganando es cuando uno nunca pierde el control”.
Vamos a ganar. Tomemos el control
@Glcooperuser003
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