El amor va conformando un libro de situaciones que son independientes y solidarias al mismo tiempo, su polifonía surge de la unidad mayor que los enlaza. Hay una urdimbre, un hilo de amarra de lo que se va viviendo: pasión, ternura, compañía… cada página permite distinguir la mocedad con la madurez y el presente. Estos dos poemas son el imaginario de dos situaciones amorosas.
Soy el que te amo
¿Qué es lo que me propones? ¿Construir el hogar justo? Desde que te conocí es lo que haré.
¿o quieres el viaje de la pasión, ese de puro fuego y de andar sin respiro? Muy bien, acepto si ésta fuera tu decisión.
Pero quiero jugar honesto. Sepamos que es posible que después nos quememos con otros fuegos. ¿Eso es lo justo que quieres?
¿Entiendes? Te lo digo desde mis ojos. Soy el que te amo.
Cómo amarte sin palabras
almorcemos juntos
en ese restaurant
que no sea un secreto
que todos sepan
cruza tus pies con los míos
dame una bocanada de tu perfume
que aterrice en mi cuello
alcanza un beso a mi mano distraída
te devolveré un abrazo
con mis ojos
deja que mi mano seduzca tu piel
que nuestras sonrisas llenas de complicidad
se casen con la aprobación del universo
partamos
hacia dirección desconocida
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