Los niños son imanes para los resfriados. Pero cuando la congestión nasal y los estornudos no cesan después de varias semanas, quizás haya que achacárselo a otra cosa: las alergias.
Los estornudos duraderos con una nariz tapada o moqueo pueden indicar la presencia de rinitis alérgica, que es el conjunto de síntomas que afectan a la nariz cuando se tiene una reacción alérgica a algo que se respira y que se deposita en el interior de la cavidad nasal.
Las alergias pueden ser estacionales o pueden ocurrir durante todo el año (perennes). En muchas partes de los Estados Unidos, el polen de las plantas es frecuentemente la causa de la rinitis alérgica estacional, comúnmente llamada fiebre del heno. Las sustancias de interiores tales como el moho, los ácaros de polvo y la caspa de los animales pueden causar el tipo de alergia perenne.
Hasta el 40 por ciento de los niños sufre rinitis alérgica. Los niños tienen más probabilidad de desarrollar alergias si uno o ambos padres las sufren.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de (FDA) de EE. UU, regula los medicamentos con y sin receta para aliviar las alergias, así como los extractos alérgenos utilizados para diagnosticar y tratar las alergias.
¿Qué son las alergias?
Una alergia es la reacción del organismo a una sustancia o alérgeno específicos. Nuestro sistema inmunitario responde al alérgeno invasor segregando histamina y otras sustancias químicas que normalmente ocasionan síntomas en la nariz, los pulmones, la garganta, los senos nasales, los oídos, los ojos, la piel o la pared del estómago.
En algunos niños, las alergias también pueden ocasionar síntomas de asma, una enfermedad que puede causar dificultades para respirar. Si un niño tiene alergias y asma, “no controlar las alergias puede hacer que el asma empeore”, señala el Dr. Anthony Durmowicz, un médico especializado en neumología pediátrica de la FDA.
¿Cómo evitar las alergias?
Si su hijo sufre alergias estacionales, preste atención a los niveles ambientales de polen y trate de que permanezca en el interior cuando sean altos.
A finales del verano y al comienzo del otoño, durante la estación de polen de la artemisa, los niveles de polen son altos por las mañanas.
Durante la primavera y el verano, durante la estación de polen del césped, los niveles de polen son altos por las tardes.
Algunos tipos de moho, otro causante de alergias, también pueden ser estacionales. Por ejemplo, el moho de hoja es más común durante el otoño.
Los días soleados con viento puede ser especialmente problemáticos para los alérgicos al polen.
También puede ser de ayuda mantener las ventanas de la casa o del automóvil cerradas y utilizar el aire acondicionado.
Medicamentos infantiles contra las alergias
En la mayoría de los niños, los síntomas pueden controlarse evitando los alérgenos, si se conocen, y usando medicamentos de venta sin receta. Pero si los síntomas del niño persisten y no mejoran con el uso de medicamentos sin receta, debe consultarse con un profesional de la salud.
Aunque algunos medicamentos contra las alergias están aprobados para su uso con niños de tan sólo 6 meses de edad, la FDA advierte que simplemente porque el envase de un producto diga que es apto para niños no quiere decir que lo sea para los de todas las edades. Lea siempre la etiqueta para asegurarse de que el producto sea adecuado para la edad de su hijo.
Cuando su hijo tome más de un medicamento, lea la etiqueta para asegurarse de que los ingredientes activos no sean los mismos. Aunque la letra grande diga que el producto sirve para tratar ciertos síntomas, distintos productos pueden contener el mismo medicamento (ingrediente activo). Puede parecer que compra dos productos distintos para tratar síntomas diferentes, pero de hecho ambos pueden contener el mismo medicamento. El resultado: podría darle accidentalmente demasiado medicamento del mismo tipo a su hijo.
Los niños son más sensibles que los adultos a muchos medicamentos. Por ejemplo, algunos antihistamínicos pueden tener efectos adversos en dosis menores en pacientes jóvenes y causar excitabilidad o somnolencia excesivas.
Vacunas contra las alergias
El Dr. Jay E. Slater, un pediatra alergólogo de la FDA, dice que los niños que no responden a los medicamentos con o sin receta, o que frecuentemente sufren de complicaciones de la rinitis alérgica, pueden ser candidatos para recibir inmunoterapia de alérgenos, un tratamiento comúnmente conocido como vacunas contra las alergias.
Después de hacer una prueba de alergia, que normalmente es una prueba cutánea para detectar a qué alérgenos puede reaccionar el niño, un profesional de la salud le inyecta “extractos”, es decir, pequeñas cantidades de alérgenos que causan una reacción. Las dosis se incrementan gradualmente para que el cuerpo vaya creando inmunidad a dichos alérgenos. Los extractos de alérgenos están hechos de sustancias naturales como polen, veneno de insectos, pelo de animal y alimentos. La FDA ha autorizado más de 1,200 extractos.
Para mayor informacion, visite: www.fda.gov
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