La contienda presidencial colombiana que termino este 19 de Junio con el triunfo del izquierdista Gustavo Petro, no solo se caracterizó por la marcada polarización de todos los sectores del país, sino por los cambios que los dirigentes de los partidos políticos ejecutaban de acuerdo con las circunstancias. Los líderes de los sectores políticos cambiaban de derecha, al centro, para después irse a la izquierda y viceversa.
La elección del líder de la extrema izquierda Gustavo Petro, es parte del marcado proceso de cambio que experimenta toda América Latina, y Colombia era justamente la preciada perla, del continente Suramericano, porque en sus más de 200 años de vida republicana, jamás ha tenido un gobierno de izquierda. Sin embargo esto no es lo más curioso del cambio de régimen en el país cafetero. Los procesos de cambio político en un país, se pueden dar en cualquier momento de su historia. Lo más curioso fueron las alianzas, los cambios de rumbo, y los apoyos que se están entretejiendo en medio de la actual coalición de gobierno. En la primera vuelta se habían enfrentado 3 candidatos que representaban 3 opciones de cambio y un cuarto que se declaró independiente. Por la izquierda estaba Gustavo Petro, al centro Sergio Fajardo, y a la derecha Federico Gutiérrez. Y quien representaba a los independientes fue Rodolfo Hernández, quien anteriormente fue alcalde de la ciudad de Bucaramanga. Hernández fue de menos a más, consiguiendo pasar a segunda vuelta junto a Gustavo Petro, y dicho sea de paso venciendo al Candidato oficialista Federico Gutiérrez, y al de centro Sergio Fajardo. Desde el comienzo de su campaña, Rodolfo Hernández, centro sus propuestas en el ataque de frente a la corrupción, convirtiéndose en la propuesta por la cual votaron más de 10 millones de colombianos en segunda vuelta, al tiempo que sé que se alejaba de la extrema izquierda.
La campaña presidencial colombiana, no estuvo exenta de escándalos, siendo el más sonado el de los llamados Petrovideos, en los que se vio a integrantes de la campaña Petro, crear y montar estrategias para deshacerse de sus contrincantes. Y la verdad es que todo esto funciono, porque como dicen por ahí. En política todo se vale. Y como en política todo se vale, se puede cambiar de bando en un abrir y cerrar de ojos, para luego regresar a la antigua tolda política. Esto es lo que yo llamo, la degradación de la política al estilo camaleónico. Aquí no existe color político, y ni siquiera la defensa de unas ideas, porque parece que todo sucediera a conveniencia. Es el caso del partido liberal, un partido tradicionalmente de derecha que supuestamente defiende ideas progresistas, que está liderado por el ex presidente Cesar Gaviria Trujillo.
Durante su mandato, Gaviria Trujillo, lidero la política del tratado de extradición entre Colombia y Estados Unidos, sin embargo hoy, ese partido liberal que se identificó con el color rojo, luce desteñido, y se monta en la muy segura caída de la extradición. Y luce desteñido porque luego de adherirse a la campaña del derechista, Federico Gutiérrez, quien hoy se manifiesta Petrista adhiriéndose al famoso Pacto Histórico, el partido político de Gustavo Petro. Y uno creería que Rodolfo Hernández quien se manifestó anti petrista todo el tiempo de su campaña, asumiera su rol de oposición mediante la curul que por ley el estado colombiano, le confiere al candidato perdedor en las elecciones. De tal manera que el candidato presidencial perdedor, asume una curul en el senado y su fórmula vicepresidencial asume otra en la Cámara de representantes. Pero no, esto no es lo que está sucediendo. También Rodolfo Hernández traiciono a más de 10 millones de colombianos, y se subió al tren del petrismo y hasta se abrazó con su antagonista, publicando en sus redes sociales con gran entusiasmo. El cambio ya comenzó. Durante la campaña, Gustavo Petro lo llamo millonario corrupto, y misógino. Hernández le respondió en un trino. “Después de buscarme para una alianza, Petro empieza a atacarme cuando las encuestas muestran que soy el único que le puede ganar en segunda vuelta. Miren por donde pela el cobre. ¿Ya no le sirvo, doctor Petro?”. Sobra decir que su apoyo al electo presidente, Petro, lo ha hecho merecedor de cientos de miles de críticas, y es más que obvio que sus más de 10 millones de electores se sienten defraudados. Pero ni modo como en política todo se vale. Acostumbrémonos entonces, a esta forma de hacer política, porque a Colombia ha llegado la era de la política camaleónica.
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