El pasado 19 de marzo, la revista médica JAMA (The Journal of the American Medical Association) publicó los resultados de un importante estudio sobre la relación entre el consumo de colesterol existente en el huevo y enfermedades cardiovasculares.
Titulado Associations of Dietary Cholesterol or Egg Consumption With Incident Cardiovascular Disease and Mortality, puede considerarse el estudio más extenso y meticuloso realizado en tres décadas. La muestra fueron 29.615 adultos norteamericanos de 51.6 años de edad promedio, los cuales fueron monitoreados por 17 años y medio.
El veredicto fue que el consumo de 300 mg de colesterol al día (equivalente a un huevo y medio aproximadamente) incrementa 4.43% el riesgo de muerte temprana siendo 3.24% el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular. Cada huevo adicional suma 1.11% más al factor de riesgo.
El tema del colesterol es uno que sigo muy de cerca. Mi esposo tuvo un infarto masivo hace ocho años a pesar de llevar una vida saludable y de tomar el medicamento Lipitor para controlar el colesterol.
Por esta razón, cuando recibí el email del estudio se lo mostré ya que él es amante de desayunar una tortilla de dos huevos casi a diario. Lo discutimos y comparamos con los resultados de los exámenes de control de sangre que le hacen cada tres meses.
En este momento su nivel de colesterol está en 118, relativamente bajo comparado con 240, la guía que marca el colesterol alto. Se ejercita religiosamente cuatro o cinco veces a la semana, no fuma, no bebe y controla el consumo de otros alimentos altos en colesterol como la carne roja y lácteos.
Ahora, desde mi punto de vista empírico considero que este y otros estudios que apuntan sus lanzas en contra de ciertos alimentos, ignoran un parámetro definitivo a la hora de encontrar la relación negativa con las enfermedades cardiovasculares: la herencia familiar.
Volviendo al infarto de mi esposo, recuerdo que durante los cinco días que estuvo en la unidad cardiaca del hospital, leí todos los panfletos que había en las salas de espera. Antes que la hipertensión, colesterol y obesidad, la historia familiar estaba listado como el factor número uno de riesgo.
No me lo van a creer, pero luego de hablar con mis cuñados, ellos recordaron que su padre sufrió el mismo infarto. Mi esposo y mi suegro tenían exactamente la misma edad y la misma arteria 100% bloqueada.
En conclusión, la realidad es que el huevo es un alimento alto en colesterol. Tiene casi los mismos miligramos equivalentes a un lomo de carne de 250 gramos. Entonces, si se va a consumir se debe tener en cuenta el resto de la dieta diaria. Indudablemente y como dice el dicho, uno es lo que se come.
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