La joven que hoy nos revela su historia es: Cindy Angulo una venezolana, cuyos padres peruanos residen en Venezuela desde hace más de cuarenta años. ¨Mis padres salieron de Perú en su juventud, llegaron a Venezuela e hicieron su vida, y fue allí donde nacimos mis tres hermanos y yo¨. Ella como la mayoría de los venezolanos, en el año 2018 comenzó a desesperarse por la situación que atravesaba Venezuela, debido a la escasez de alimentos y medicinas. Cindy una licenciada en enfermería tenía una pareja en ese entonces, con la cual llevaba diez años de relación, y que, laboraba para una empresa de pintura en el país, a pesar de los empleos con los que contaban, no les era suficiente, ellos eran una pareja sin hijos pero, con una sobrina a quien amaban con el alma y la cual, era, como una hija para ambos.
Cindy nos relata ¨Él no quería salir de Venezuela, no se veía alejado de su país y mucho menos, de la familia, aun así, me di a la tarea de convencerlo¨. La primera opción de ellos fue ingresar a Panamá puesto que la pareja de ella, la cual queda en anonimato para este reportaje, tenía familiares en ese país; pero como nada es perfecto y a veces las cosas se complican, comenzaron a exigir visa para ingresar allí, por lo que esos planes se fueron por un acantilado, así que, se vieron en la necesidad de buscar otro país al cual llegar, siendo Chile el país escogido por ambos, ya que, en ese país residía otra parte de la familia de él. En vista de que el dinero de la pareja no les era suficiente para salir juntos, decidieron que sería él quien saldría en primer lugar para estabilizarse, y que, Cindy lo siguiera después…
Fue unos meses más tarde cuando el concubino de Cindy llego a Chile, estuvo por unos meses viviendo con sus familiares mientras Cindy esperaba la oportunidad para alcanzar a su amor. ¨Yo no quería presionarlo, pero pasaban los meses y él no tenía el dinero suficiente para enviarme mi pasaje y con el sueldo de mi trabajo ya no me alcanzaba para mantenerme como acostumbraba, por eso, animada por mis padres me comunique con un tío peruano el cual, me presto un dinero para que viajara a Perú así, conocería a mi familia y sería más fácil desde allí llegar a Chile a encontrarme con mi pareja¨.
Cindy viajó a Perú, específicamente a la ciudad de lima, donde se hospedaría en casa de una tía. Su llegada fue muy amena sus familiares la recibieron con amor, pero ella no perdió el tiempo y días después comenzó a buscar empleo sin tener éxito, a pesar de tener padres peruanos esto no le facilitaba nada en el país. ¨Conseguí un empleo cuidando a una señora mayor en casa de familia, donde permanecía la mayor parte del tiempo y en mis días libres me quedaba en casa de mi tía, quería un mejor trabajo por lo que vi en la necesidad de tramitar mi nacionalidad peruana¨. Cindy luchaba por conseguir mayores beneficios, con el fin de generar mejores ingresos pronto, para cancelar la deuda con su tío y posterior a eso, continuar su camino hacia Chile, que sería su destino; aunque para ella nada sucedió como lo esperaba, mientras ella trabajaba con la esperanza de reunirse con su pareja, en Chile ocurrían otras cosas. Separada de su pareja por varios meses, Cindy comenzó a sentirse sola, su pareja cada vez le ponía más pretextos para reencontrarse, y ella comenzaba a molestarse. ´´Comprendía que él quería hacer las cosas bien, pero yo comencé a desesperarme por la soledad que tenía en mi corazón, y ciertas cosas comenzaban a extrañarme´´.
Estudios demuestran que el 60% de las parejas de venezolanos que son separadas por la situación de su país no vuelven a estar juntos, ya sea porque se pierde la chispa entre ellos, o por infidelidad, y esto fue justamente lo que sucedió con Cindy y su pareja ´´Comencé a notarlo distinto al hablar, comencé a ver fotos de salidas que él no me comentaba, le dije que debíamos dejarlo todo hasta allí sino me decía que estaba pasado, y para mi desconcierto él estuvo de acuerdo, mi mundo se desmorono, fue en un día de trabajo cuando él me dijo que la relación no podía continuar y mi ojos no podían creer lo que leían´´. Una puñalada en el corazón fue lo que ella sintió cuando su amado le confesó que había otra mujer en su vida, llamo a su mejor amiga que residía en el país que era por cierto la prima de quien le acababa de partir el corazón, fue ella quien le dio aliento, quien por teléfono la calmo; aun así, Cindy caminaba por inercia, sentía que su alma estaba fuera de su cuerpo. ´´Pasé por un puente mientras lloraba, miré hacia la carretera y era como un demonio que me incitaba a acabar con mi dolor pero a su vez tenía un ángel que me recordaba a mi sobrina y a mi familia, pero yo sentía que iba a morirme, y cuando tuve el valor de decirle a mi familia, fue un dolor fuerte, ellos lo querían mucho y no fue fácil para nadie´´. Cindy estuvo a punto de perder su empleo ya que, no tenía valor para ir a trabajar, ella no sabía afrontar la vida sin él, eran diez años de relación que no podía borrar tan fácil, pero con el tiempo entendió que fue lo mejor, y que si esa persona la abandonó es porque sería esa nueva mujer el amor de su vida y que ella jamás lo fue.
Pero como toda mujer guerrera y luchadora Cindy logró salir adelante a pesar de todo lo sucedido ella renació de su dolor, se convirtió en una mujer fuerte, se puso una coraza, su mejor armadura y siguió adelante. Su nacionalidad peruana al fin llegó, y con esto, todo comenzó a mejorar para ella. Tiempo después una persona llego a su vida, cortejándola y llenándola de la atención, comenzó a ganarse su afecto, semanas más tardes ella ingresó a trabajar en una clínica, tenía un buen sueldo y poco a poco se resignó, el dolor fue pasando y esta persona se ganó su confianza y su corazón. ´´Yo fui sincera con él, no quería una relación estable, no me sentía preparada, pero él logro enamorarme con cada detalle y todo con él fue demasiado rápido; es un hombre amoroso, atento, dedicado, trabajador que me enamoro por completo, y conocerlo fue lo mejor que me pudo haber pasado´´.
En la actualidad Cindy vive tranquila, estable y feliz acompañada de Edduar, su amor y quien ahora es su compañero de vida.
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