Viajar a Canadá en cualquier momento del año siempre es un acierto. La temporada alta va de mediados de junio a finales de agosto. Hay más visitantes y los precios son más altos. Primavera u otoño son más adecuados si buscas economizar o más tranquilidad. Pero si deseas practicar deportes invernales, el viaje debe planificarse entre diciembre y marzo. De cualquier forma, aquí presentamos algunas razones para conocer el país, independiente de la estación y el clima.
1.- La ciudad de Quebec
Es para muchos, la ciudad más bella de todo Canadá, similar al escenario de un cuento de los hermanos Grimm. Un pedacito de Europa en Norteamérica. No importa la época del año en que vayas, Quebec Ville siempre está reluciente. En invierno es especialmente fotogénica aunque con temperaturas extremadamente bajas. La ciudad fue fundada en 1608 por Samuel de Champlain; no por casualidad es cuna de la civilización francesa en América del Norte. Fue reconocida como ciudad del patrimonio mundial de la UNESCO en 1985 por su valioso casco histórico. Tiene una superficie de 9.000 km2 y unos 677.000 habitantes.
2.- Cirque du Soleil
El Cirque du Soleil es probablemente la compañía de circo más famosa del mundo y nació en Canadá. Tiene sus headquarters en Montreal y una vez al año abren sus puertas a los visitantes. Cada verano (algunos años son excepciones) estrenan un nuevo show que se va de gira por las principales ciudades de Canadá y EEUU antes de partir al resto del mundo.
3.- The Canadian
Se encuentra entre los trenes más renombrados del mundo. Conecta Toronto con Vancouver y ya sea por sus vistas imponentes, su cálido servicio o las comidas de primera categoría, este tren ha creado momentos inolvidables durante décadas, para más de cien mil pasajeros por año. Es un recorrido de 4,466 kilómetros para contener la respiración, entre la ciudad más grande de Canadá y la Costa Pacífica. En el transcurso de cuatro días, se pueden ver el frondoso bosque boreal, los lagos del norte de Ontario, las Praderas del oeste, y las magníficas Montañas Rocosas.
4.-Niágara Falls
Las Cataratas del Niágara roban el aliento. Comprenden tres cataratas: la «catarata canadiense» (Ontario), la «catarata estadounidense» (Nueva York) y la «catarata Velo de Novia», más pequeña. Aunque no tienen una gran altura, son muy amplias y son las más voluminosas de América del Norte, ya que por ellas pasa toda el agua de los Grandes Lagos. Entre las cataratas canadienses y las estadounidenses se encuentra la isla de la Cabra, Goat Island. La gran caída de agua en forma de herradura es de esos sitios que no te cansas de ver, y si te llegaras a cansar, la zona tiene mucho que ofrecer, desde viñedos hasta el encantador pueblo de Niágara on the Lake.
5.- Osos polares
Aunque no es una actividad económica, pues solo puede realizarse dos meses al año, y su ubicación es bastante remota, el avistamiento de osos polares en su hábitat natural en Churchill es el mejor del mundo en su tipo. Se hace a bordo de unos autobuses militares que avanzan sobre el glaciar y en una visita exitosa pueden verse en promedio cuarenta de estos hermosos e imponentes mamíferos.
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