Para James Tahhan ningún chef es igual porque «todos tenemos nuestra propia personalidad y ninguno es perfecto. Somos personas como todas. En mi caso siempre estoy dando lo mejor de mí y con pasión me entrego a mi público».
No podemos decir que como Tita, el personaje principal de “Como Agua para Chocolate”, que el reconocido y guapo Chef de origen venezolano James Tahhan, imagen del programa un Nueva Día de Telemundo, creció en la cocina de su casa. No, no fue así, pero si lo hizo sintiendo la mezcla de esos olores únicos que desprenden de la combinación de la comida árabe de sus ancestros, la venezolana y la española las cuales le sirvieron para despertar desde que era un niño el gusto por la cocina y en la actualidad crear platos creativos, únicos, como esos que solo inventaba Tita.
Un punto en común entre la familia de “Como Agua para Chocolate” y la de Tahhan, es que los encuentros giraban en torno a la mesa. Su familia se sentaba a desayunar, almorzar y a cenar, los cuales fueron creando, como él dice esa “memoria degustativa clave en su carrera y al preguntar siempre el por qué estaba conformado cada plato”. También despertaron el verdadero placer que se siente cuando se come alrededor de una mesa bien servida, diversa y sobre todo al calor de una familia numerosa, capitaneada por sus padres Mimi y Bashir, donde todo era algarabía, bulla, comunicación, “ese núcleo familiar que se sostenía alrededor de la mesa siempre lo evoco y lamentablemente se ha ido perdiendo por el dinamismo actual. Muy pocas familias tienen el placer de disfrutar juntas durante las tres comidas, porque no hay tiempo”.
James Tahhan, quien nació en la capital del estado Miranda, Los Teques, emigró con su familia a los Estados Unidos cuando tenía trece años de edad y, como todo inmigrante, le tocó la dureza de los primeros tiempos. Recuerda que como escaseaban los recursos económicos, los primeros platos que aprendió a elaborar para comer estaban conformados a base de arroz blanco y pescado porque “era lo más fácil y económico”.
Establecido ya en la nación americana entró en la universidad para estudiar química, pero al tiempo entendió que su lugar estaba en la cocina entre platos, ollas y utensilios, esos con los que tanto jugo de niño y no en los tubos de ensayo del laboratorio. Decidió, entonces, por hobbie entrar a la Universidad Le Cordon Bleu, donde se especializó en cocina internacional y pastelería, y terminó gustándole tanto que se graduó con honores. Una vez concluida sus estudios comenzó a trabajar en la industria de la gastronomía donde aprendió la diversidad de la cocina latinoamericana e internacional. Viajó a México y se enamoró de su cocina por lo diversa, amplia, al igual que la francesa.
En la Televisión
Un nuevo día o una nueva oportunidad llegó para el cuando ganó la audición para el programa matutino Un Nuevo Día, de la cadena Telemundo y más tarde se convirtió en el chef oficial de la cadena y co-conductor del programa.
–¿Cómo te has ganado el aprecio del público y que te hace diferente a otros chef de televisión?
–Ningún chef es igual, todos tenemos nuestra propia personalidad y ninguno es perfecto. Somos personas como todas. En mi caso siempre estoy dando lo mejor de mí y con pasión me entrego a mi público que a diario me sigue. Sin embargo, mi secreto está en ofrecerles recetas caceras fáciles, accesibles, no complicadas diseñando platos sencillos, simples, donde cada bocado sea capaz de llevarlos a sabores de nostalgia o los embarquen en un viaje hacia un nuevo descubrimiento culinario. Cuando el televidente busca mi programa es porque quieren algo más allá de la simple alimentación, buscan ser sorprendidas, consentidos. Siempre busco emocionarlos
Sabores y Perfecto
Partiendo de la premisa de que cada pueblo y cada país tiene su manera de elaborar sus platos tradicionales, los cuales son parte de su escudo culinario y que en los ingredientes no hay mucha diferencia ya que prácticamente en todos lados podemos encontrar las mismas frutas, verduras y carnes y Lo que diferencia a cada estilo son las técnicas, o sea la manera de hacer las cosas, y la sazón, aquella mezcla de especias y hierbas que la hacen única, decidió unirse con su gran amigo y paisano el también conductor de Telemundo, Raúl González, y presentar esta propuesta en restaurant Sabores, ubicado en la emblematica avenida Flager de Miami.
Sabores le ha permitido a ambos llevar ese concepto diferente de la cocina latinoamericana, sin salirse de su esencia y el éxito ha sido tan grande que muchas veces “hay que reservar”. El amor que ambos sienten por el público lo manifiestan en este restaurant donde, cuando la agenda de cada uno lo permite, se acercan a interactuar con sus comensales y a pasarla con ellos como si fueran parte de su familia.
Pero, ahora el tiempo de James también lo dividirá entre otro restaurant Perfecto, ubicado en la muy cosmopolita avenida Brickell de Miami, allí no está en sociedad con su amigo Raúl González, sin embargo, y sin querer queriendo, honra a una persona clave en su vida al chef español David Abal, quien le enseñó recetas básica de la cocina española y mediterránea cuando era una niño. Lo cierto es que Perfecto, ofrece especialidad de la mediterránea, otra de las grandes favorita de James.
La felicidad y el éxito
En su diccionario de vida la palabra Ego o “el gran oponente” como él lo llama no existe, en este país aprendió que se puede estar arriba y de pronto no tener nada, por eso no tiene apegos ni ego. Se considera una persona humilde, pues sin humildad no se puede ser buen cocinero. El éxito para el es muy personal, está basado en sueños, en trazar metas y se siente un hombre afortunado, feliz «porque tengo una vocación de servicio, me gusta la buena comida, adoro la cocina y soy feliz en cada uno de las cosas que hago y emprendo».
Marybel Torres
@marislatorres
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