Después de visitar países culturalmente diferentes, ha llegado irremediablemente la hora de regresar a casa, y es por eso que aunque nos encanta sentir la excitación de aventurarnos por el mundo y sus recovecos, también es fascinante volver a la ciudad que ha sido tu hogar en los últimos 18 años.
En esta ocasión mi recorrido, o más bien nuestro recorrido familiar no termina con el arribo a la “Ciudad Reina” (Charlotte en Carolina del Norte) sino que recargaremos baterías para poder recorrerla con ojos diferentes. En Charlotte siempre hay algo entretenido que hacer ya sea en pareja o en familia.
Puedo decir sin miedo a equivocarme que mi ciudad es una ciudad llena de vida y un destino repleto de museos y de historia. Pero si estás buscando emoción y aventura, aquí también lo vas a encontrar.
Charlotte: Qué debe visitar
Lo primero que debes hacer es planificar un día entero paseando por el corazón de la urbe, la cual está repleta de hoteles, restaurantes y cafés.
Tu parada obligatoria debe ser el museo de NASCAR, el cual los va a recibir con los brazos abiertos convirtiendo tu visita en un momento excitante, independientemente de si vienes acompañado por tu familia o no. Sus 14.000 metros cuadrados te esperan llenos de memorabilia y diversión automovilística.
Después de inyectarte una carga de emoción sobre ruedas, te recomiendo visitar los distintos museos alrededor empezando por el museo de Wells Fargo que aunque es bastante pequeño te da una idea del enfoque financiero de la ciudad. Los museos Levine y Mint siempre tienen exhibiciones abiertas al público y actividades en domingo diseñadas para niños, el museo de aviación es otro de los puntos importantes que ofrece la ciudad con su colección variada de aviones tanto del ejército como de la marina.
Si vienes en plan familiar mi sugerencia es que lleves a tus pequeños al Discovery Place que es un museo de ciencias para niños con actividades interactivas y que cuenta con una selva tropical, un acuario y un teatro IMAX. Puedes reservar tus billetes de entrada en línea.
Este recorrido te abrirá el apetito, si te agrada la comida árabe, te recomiendo mi lugar favorito: Halal, un carrito de comidas justo al pie de la plaza del Banco de América. Sus delicateses son un bocado caído del cielo y sus dependientes hacen la diferencia por su amabilidad y disposición a atender al local y al visitante. No te arrepentirás, pero, si este tipo de comida no es de tu gusto, no te preocupes, cruzando la avenida tienes opciones de lado y lado tanto de comida española como de comida mediterránea e italiana y de las famosas hamburguesas. Si estás marcando tu visita bajo un presupuesto siempre estarán a tu disposición los locales de comida rápida.
Charlotte tiene opciones variadas para el visitante; es dueño de jardines botánicos exuberantes, cervecerías artesanales donde puedes saborear deliciosos paninis y ensaladas acompañadas de cualquier cerveza en el menú, como lo hemos hecho en Sugar Creek Brewery, un lugar casual y desenfadado. Si eres amante del vodka, del gin y del bourbon, Charlotte también tiene una muestra para saborear en su destilería Doc Porters; el tour cuesta $15.
Poseemos un amplio mercado de agricultores donde no solo se promueve el sentido de vida saludable sino que se incentiva el sentido comunitario de trabajo. Aquí encontrarás deliciosas jaleas, miel de abeja de primera calidad de productores locales, frutas, verduras, café, panadería y pastelería y una amplia variedad de plantas y hierbas aromáticas. En verano los helados caseros y los jugos orgánicos son dignos de probar.
No te pierdas la visita al Raptor Center y al parque nacional Aguas Blancas o White Waters, en inglés. Es un centro creado sin fines de lucro donde podrás disfrutar de los rápidos artificiales en balsa o en kayak y practicar senderismo y tirolina que es lo que se llama el canopy o en Hispanoamérica, el cable.
Esta es mi ciudad y siempre es bueno regresar a ella. Te espero en Destinos para que conozcas los rincones hermosos que ofrece la ciudad más grande de Carolina del Norte.
El residir en varios países de Europa y América me ha dado la oportunidad de enriquecerme de su cultura, lo que me permite tener una visualización diversa y distinta para comunicar sentimientos y emociones a través de mis escritos. He sido colaboradora en algunos editoriales de Mundo Latino Newspaper en Charlotte, Carolina del Norte, con trabajos de opinión, gastronomía y salud en el periódico La Noticia de esta ciudad.
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