Conocemos Colombia por su café, su música, la calidad de su gente, sus artistas innovadores y rompe esquemas y también por sus paisajes singulares, como éste que asombra y cautiva la imaginación con colores inauditos y que nos da la razón sobre por qué la Madre Tierra fue tan espléndida con América Latina, dándonos como regalo el famoso Caño Cristales, donde el color cobra vida y el arcoíris se adentra en sus aguas.
Desde la Sierra de La Macarena, en el departamento del Meta, Caño Cristales es uno de los sitios turísticos que más impacta por su belleza única. Denominado como “Río de los Cinco Colores” o “El Arcoíris que se derritió”, rinde homenaje al suelo colombiano, y ha sido considerado como el Río más bello del mundo. Y es que las algas de agua dulce que se reproducen en el fondo tienen diferentes colores que van desde el rojo, el amarillo, el verde, el azul y el negro, combinándose a veces y brindando un paisaje multicolor.
No se trata de un río muy caudaloso, ni grande, ni siquiera alcanza los 100 kilómetros de longitud ni sobrepasa los 20 metros de ancho, de allí que se le llame caño. Lo que sí le sobra es belleza y ese aspecto exuberante que refleja el alma colorida de un país que se retrata en él. Caño Cristales es una sucesión de rápidos, cascadas, pozos y piscinas de aguas que se desprenden de la meseta sur de la serranía de La Macarena, donde se ubica su nacimiento, a espaldas de los más antiguos tepuyes de la Sierra La Macarena en una zona escarpada en la que se encuentran numerosas pinturas rupestres que ni han sido exploradas al son de hoy. Y es que la magia de sus aguas cristalinas y coloridas llama más la atención que el resto del paisaje circundante: en ellas se ven todos los colores del espectro en un agua que va corriendo hacia el río Guayabero. Ya en la vereda La Cachivera, el caño se despinta, dejando sus colores atrás.
Cuando llueve, así sea suave, el caudal crece rápidamente porque el lecho de Caño Cristales es rocoso. Si el viajero es descuidado se quedará varado en sus orillas, bañándose en colores para que cuando baje la crecida pueda seguir su camino. Cuando el verano llega el rojo como color predominante. Las algas rojizas hacen su fiesta y se multiplican. Y aunque en la Serranía de La Macarena hay otros caños como Indio, Yurumales y Canoas, sólo Cristales tiene el título ostentoso de ‘el más hermoso del mundo’ y es que las imágenes no dejan dudas del por qué. Andrés Hurtado, el caminante colombiano que dio a conocer esta maravilla al planeta entero, lo llamó ‘el río que se escapó del paraíso’.
Poetas, escritores y plumas, de muy diverso estilo, han sido sacudidas visualmente por los colores escandalosos de Caño Cristales.
Colores de vida Antigua
Las rocas de la Macarena alcanzan los 1200 millones de años de antigüedad y constituyen la prolongación hacia el occidente del llamado Escudo Guyanés de Venezuela, Guayana y Brasil, cuyas rocas son consideradas las más antiguas del planeta. Las rocas de la región pertenecen a la cobertura sedimentaria del Macizo Guayanés. La importancia biológica a nivel mundial de La Macarena se debe a que participa de tres ecosistemas ricos en diversidad de flora y fauna: cordillera de los Andes, Llanos Orientales y selva Amazónica.
En esta selva el suelo se puebla de hongos variados que ayudan a descomponer los troncos de los árboles. Las marmitas de gigante como se les llama, o los pozos circulares que caracterizan el lecho del río, han sido abiertos por minerales de gran dureza.
Su flora y fauna también es singular como sus colores que a veces toman el tono neón. El biólogo Jesús Idrobo identificó el alga que vive en el lecho como planta endémica y la llamó Macarenia clavígera. El bioma representativo de la serranía de La Macarena es de selva húmeda subhidrofítica, de los pisos térmicos cálido, templado y frío. La sierra es hogar de unas 420 especies de aves, diez especies de anfibios, 43 especies de reptiles y ocho de primates. Lo único que no podrá ver en Caño Cristales son peces, ya que hay escasez de materiales de arrastre y sedimentación.
Turismo de color y aventura
Desde Colombia, la aventura comienza en Villavicencio, desde el Aeropuerto Vanguardia en aviones Cessna de hasta 6 pasajeros, todos los días se ofrece el servicio de llevarles hasta allá. Hay vuelos desde Bogotá y también desde Medellín. Luego al llegar a La Macarena hay que viajar en lancha a través del río Guayabero; luego en carro y finalmente se realiza una caminata ecológica aproximadamente de 3 kilómetros hasta la entrada del parque. Lo ideal es ir hasta Caño Cristales entre los meses de junio y diciembre, cuando hay lluvia, siendo la oportunidad perfecta para disfrutar del esplendor del caño colorido. Como siempre, La Nota Latina les recuerda ser ecológicos y cuidar de estas maravillas naturales que el Creador nos regaló.
Evelyn Navas @EcnaproAsesoria
Fotografías de Caño Cristales: Mario Carvajal/Fotur
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