Un dueto con una famosa cantante mexicana lo lanzó a la fama. Una voz melódica y apasionada lo ha convertido en uno de los hijos favoritos de Puerto Rico, y ya, unos cuantos años más tarde, como uno de los artistas de Sony Music, Pedro Capó se dedica a cautivar al resto del mundo.
Tuve la oportunidad de sentarme con Pedro, precisamente en las oficinas de Sony en mi natal San Juan, Puerto Rico, para charlar, en principio del lanzamiento de su más reciente video, Calma, filmado en las playas de Cabo Rojo, al suroeste de la isla, y de un par de cositas más. Pedro y yo tenemos algo en común, ambos nacimos en un emblemático barrio de San Juan: Santurce, donde también nació, muchos años antes que nosotros, el Sonero Mayor, el gran Ismael “Maelo” Rivera, quien famosamente cantara Dormir Contigo, una de las canciones más conocidas del abuelo de Pedro, un ícono de la cultura musical puertorriqueña y del mundo, el inmortal, Bobby Capó. Un 14 de noviembre de 1980 llegó al mundo este chico, que desde muy pequeño tomó en sus manos una guitarra y la hizo su instrumento de expresión -por el momento. Pero vayamos al grano. ¿Qué pudimos hablar con Pedro Capó en una lluviosa mañana desde Puerto Rico?
Tuve la suerte, gracias a una amiga muy querida, de asistir al lanzamiento del video en uno de los lugares más pintorescos del área metropolitana, Piñones. Un lugar frente al mar, que va perfecto con la pegajosa canción, que al ritmo del reggae, es difícil sacársela de la cabeza, que habla de tomarse la vida con calma, detenerse un poquito a disfrutar la vida y que suena, pues, muy puertorriqueña por su letra y esencia. Hace apenas un par de semanas, la canción estaba ‘trending’ número 1 en YouTube Puerto Rico. Le preguntamos, ¿qué viene ahora?
Nos comenta que luego de “Las Luces”, tema que lanzó en mayo y que como él mismo dice, fue como un desahogo (dice uno de los coros: “vamos a ver quién quedará después del temporal”, en clara referencia a todas las vicisitudes que ha pasado la Isla luego del devastador paso del huracán María), Calma viene a conectar con la gente que necesita un espacio precisamente para conectar con las cosas bellas y simples de la vida, una capacidad que nos dice el artista, la tenemos todos. Lleva un tiempo trabajando en estudio, algo que nunca deja a un lado, así que luego de la gira promocional de este tema, regresa al estudio; durante este mes de agosto saldrá de gira por Estados Unidos: Nueva York, Chicago, Boston, Miami, Orlando, Los Ángeles; en septiembre también tendrá conciertos en Centro América y en República Dominicana, regresando a Puerto Rico en octubre para una pequeña gira. Nos dice estar muy feliz por la aceptación que el público ha tenido con el tema y cómo lo han hecho suyo. “Estoy feliz, contento, emocionadísimo, agradecido de que la gente esté conectando con algo tan bonito, tan simple, tan honesto… creo que esa es la magia de la canción, que no hay nada forzado”.
Le pedimos a Pedro que se remontara a ese momento en que se le dio la oportunidad de cantar con la súper estrella mexicana, Thalía en su especial Primera Fila. Recuerda que era un momento duro en su vida; estaba atrás en la renta, a punto de quitarse de la música, viviendo en Nueva York, tocando shows en las noches, trabajando de mesero, en fin. Recibe la llamada que cualquier artista espera: un ejecutivo de Sony le dice que le mostraron a la Sra. Motola unos videos de YouTube y que le habían gustado mucho. La canción, como muchos recordarán, un clásico de Donato y Estefano, Estoy Enamorado; llegó nervioso y emocionado al encuentro, en el cual reconoce, ¡le temblaron las piernas! Habla de que Thalía fue muy amable y cálida, se hizo un solo ensayo y la grabación. La química que hubo entre ambos se nota al ver el video. Ese momento le dio gran fuerza a sus redes sociales y lo dio a conocer internacionalmente.
Pedro empezó su carrera como actor, en las tablas de Nueva York, específicamente en la obra “The Sweet Spot” en el legendario Apollo Theatre. Les pregunté sobre su faceta como actor. Recientemente lo vimos en la serie de Telemundo, Guerra de Ídolos en el personaje de Dylan Santillana; aunque la serie no fue un éxito de ratings para la cadena, ahora vive en Netflix, donde muchísima gente la está viendo; su papel en la película puertorriqueña Sol de Medianoche es uno retante, donde realizó dos papeles y que actualmente se puede ver en HBO Latino. Sobre sus planes con la actuación, nos comenta que aunque sí es una de sus pasiones, cuando se dedica a una, se envuelve por completo; o sea, ahora mismo es la música; cuando venga otro proyecto de actuación, lo será entonces, en su momento. La actuación ha sido algo cíclico en su vida, y le gustaría mantenerlo de esa forma. Y nos dice que nunca dejaría de cantar y componer.
Hubo dos momentos en que pusimos a Pedro en aprietos con un par de preguntas. La siguiente fue una de ellas, pero su respuesta, me encantó…
“Si te dieran la oportunidad de colaborar con cualquier artista ahora mismo, ¿cuál sería?”. Se coge la cabeza, piensa, me dice que son muchísimos a los que admira, pero finalmente nos dice que su sueño de fan, una de sus influencias más fuertes, sería otro astro boricua: el prolífico cantante, compositor y productor, Draco.
Compone y canta en inglés, por lo que el bien conocido cross-over no es algo que esté lejos de las aspiraciones del carismático santurcino. Pero resulta imposible, al menos para mi, tener la oportunidad de sentarme a charlar con Pedro sin hablar de su abuelo, Bobby. Las composiciones de Bobby Capó hacen parte de la cultura popular puertorriqueña, de nuestros padres y nuestros abuelos. Quise saber si ha considerado hacer un proyecto grande de tributo a la música de Capó. Nos cuenta que eso siempre está rondando en su cabeza; es su legado, lo lleva en la sangre. Bien dicen que el que lo hereda no lo hurta, y nos comenta que lo ha trabajado por espacios. Por ejemplo, en sus conciertos, siempre saca un momento para ese tipo de tributo. Lo ve como un proyecto a futuro; más entrado en edad, tipo Sinatra. ¡Me encanta la idea! Le preguntamos si es duro llevar ese legado. Nos comenta que lo lleva con mucho orgullo, y que a su padre se le hizo más difícil. Pedro Capó Hijo, decía su mismo abuelo, era inclusive mejor compositor que él. Pero Pedro esa herencia la lleva con orgullo y como un legado innegable de sus raíces, agradecido de que le haya tocado un poquito de eso. Bobby Capó dejó 2,000 composiciones registradas. Inéditas, tal vez sería imposible de contar.
Si has tenido la oportunidad de ver a Pedro cantando en vivo, sabrás que es un artista muy apasionado y eso se transmite en sus shows, desde un coliseo grande hasta un teatro pequeño. Esa buena vibra se nota y le llega al público. Le preguntamos si practica alguna tradición religiosa: “yo creo en todo lo que sane”, nos dice. “Escribo, voy a la playa, al campo y tengo esos momentos en que conecto con la divinidad que hay en todos nosotros”.
Le pedí a algunos fans que me dijeran qué le preguntarían a Pedro de tener la oportunidad. Si pudiera viajar en el tiempo, ¿a qué tiempo iría? Nos dice que el rebelde que vive en él iría directo a los años sesenta, pero también a los años 20 y 30 donde hubo tantos movimientos artísticos nuevos de entretenimiento, atrevidos para su momento.
La última pregunta, la que lo puso en aprietos de nuevo por no poder decidirse por una respuesta fue, si le fuera a recomendar un solo sitio en Puerto Rico a una persona para conocer, ¿cuál sería ese lugar? ¡Se la pusimos difícil! “Mis lugares favoritos son, de playa, Rincón; tiene una conciencia de ecológica bien bonita; y Culebra. Y Corozal, Puerto Rico.” Un tanto me sorprendió la respuesta de Corozal, que ya entra más en el corazón del campo de nuestra hermosa Isla. Pedro, de hecho, ha grabado en un restaurante muy famoso del área, El Yagrumo, uno de los temas de su abuelo, Poquita Fe, para el tradicional especial navideño que el Banco Popular de Puerto Rico hace todos los años. Así que, en esa dualidad de campo y playa, divinidad y simplicidad, terminamos nuestra amena conversación con este talentoso cantautor, que estará por nuestra Ciudad del Sol el 8 de septiembre en el Flamingo Theatre de Brickell.
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