Recién finalizó el Carnaval, una época en la que muchos se disfrazan y bailan al son de la samba en la calle hasta el cansancio, y otros tantos prefieren relajarse en una playa paradisíaca o sencillamente divertirse tomando sol en una piscina. Para aquellos que optaron por el descanso acuático, seguramente la vacación carnestolenda no es la única ocasión en la que aprovechan ir a la playa o a la piscina, sino también otros feriados e inclusive, para los más bikini adictos, todos los fines de semana.
Al armar el bolso para vacacionar en la playa, es muy probable que guardemos los trajes de baño, protector solar, bronceador, lentes de sol, sombrero, cholitas, franelas, vestidito, accesorios… Y un largo etcétera. Ahora bien, vale la pena preguntar si dentro de esa lista estamos incluyendo algo para proteger nuestro cabello. Si tu cabeza ha girado mostrando un rotundo no a mi consulta, esta información te caerá de maravillas.
El cabello es una de las zonas de nuestro cuerpo más olvidadas al momento de ir a la playa o a la piscina. Muchos tienen casi un ritual para cuidar la piel, pero descuidan casi en su totalidad a su melena. En vista de ello, me reuní con mi querida Anaís Hernández Quintana, quien es Especialista en Belleza y Abogada venezolana (en el fondo creo que estudió Derecho para defender a capa y espada el derecho que todos tenemos a lucir estupendos), y le pedí que nos compartiera algunas recomendaciones para cuidar el cabello antes, durante y después de la playa.
Preparándonos para agitar la melena
Siempre es recomendable realizarse hidrataciones en el cabello. Sin embargo, cuando tenemos planeada una visita a la playa, se aconseja intensificar la frecuencia de esas hidrataciones unas semanas antes de la vacación.
La hidratación puede ir desde la aplicación de mascarillas, ampollas y/o baños de crema hasta el uso de aceites que reparen y protejan la hebra. De hecho, si se tiene la oportunidad, no es descartable la aplicación de keratina, cirugía capilar o similares, ya que estos productos más allá de su cualidad alisadora, tienen un altísimo poder hidratante. Obviamente, la playa o piscina neutralizarán estos últimos tratamientos, pero igual vale la pena hacérselos si queremos proteger aún más nuestro cabello.
Ya llegamos. ¿Y ahora?
Cuidar nuestro cabello en la playa o en la piscina no tiene que traducirse en algo tedioso. Con algunos simples truquitos podemos contrarrestar los efectos del ambiente para conservar la sanidad de nuestra melena.
Es imperativo llevar con nosotros una crema hidratante “sin enjuague” y aplicarla en nuestro cabello cada vez que vayamos a zambullirnos en el agua o que salgamos de allí. Como hay que hacer lo propio con el protector solar y la piel, podemos juntar ambas rutinas para ser más prácticos. Es apropiado que una vez se aplique la crema, también peinemos brevemente el cabello. No sólo ayudará a que el producto penetre mejor, sino también contribuirá a que luzcamos más prolijos en nuestro asueto. Este proceso sería maravilloso cerrarlo con la aplicación del algún spray capilar con protección solar. Aunque si conseguimos un crema que ya tenga protección contra el sol, será muchísimo más cómodo.
Debo confesar el comentario de Anaís Hernández que más me marcó durante nuestro encuentro y que, sin duda alguna, habla sobre su real preocupación por mantener un cabello saludable. La especialista en Belleza nos exhorta a llevar una botella (entre más grande, mejor) de agua mineral con nosotros y que una vez finalicemos nuestro baño, enjuagar el cabello con esta agua. Este enjuague final permite limpiar un poco al cabello de la sal o el cloro que pueda haber adquirido. Anaís nos enfatizó que en sus visitas playeras ella puede olvidar todo, hasta el bikini, pero jamás ni nunca su botellón de agua mineral.
Es importante recalcar que este enjuague es efectivo hasta que se llega a la ducha. Allí sí es imperativo lavar el cabello con champú y luego aplicarle una crema hidratante. En cuanto al champú, lo ideal es usar uno sin sal. El sodio es muy agresivo y va a barrer, casi literalmente, cualquier tratamiento que tengamos en nuestro cabello. La recomendación es procurar usar un champú sin sal no solamente después de ir a la playa o a la piscina, sino en nuestras rutinas regulares de lavado del cabello.
De vuelta a la rutina
Una vez que han finalizado nuestras vacaciones, por muchos mimos que le hayamos dado a nuestro cabello, éste estará más débil, reseco y opaco que antes de salir de casa. Por ello, es importantísimo recuperarlo con hidrataciones aplicadas al menos una vez por semana. Los tratamientos de hidratación aplicados en los salones de belleza son profesionales y suelen ser mucho más profundos que los domésticos. Sería fabuloso asistir a la peluquería con este fin una vez al mes. Igualmente, cortar las puntas del cabello le dará vitalidad de forma automática a nuestro pelo.
Creo que nos ha quedado claro que con cuidados previos o no, cuando vamos a la playa o piscina nuestro cabello es sometido a las agresiones del sol, el salitre, el cloro y otros elementos que maltratan la hebra capilar. Sin embargo, entre más sean las atenciones que tengamos con nuestra melena, los daños ocasionados por el medio ambiente en la vacación se minimizarán considerablemente.
Dicho esto, reitero las gracias a Anaís Hernández Quintana por compartir sus maravillosas y acertadas recomendaciones. Y a ustedes, que están leyendo, les invito a ponerlas en práctica desde ya, para que cuando les toque un viaje a la playa (que espero sea muy pronto) ya tengan una melena hidratada lista para lucir un hermoso sombrero. Todo ello sin olvidar que nuestra belleza es integral, así que nada hacemos con un cabello hermosísimo y un rostro lleno de amargura. Mejor empecemos por la sonrisa, que tiene efectos embellecedores inmediatos, y luego aplicamos al pie de la letra los consejos de este espacio. ¡Nos vemos en la playa!
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