Hace poco les contaba que estuve en Irlanda y que fue un viaje de ensueño que había querido hacer por mucho tiempo. Bueno, si leen algunas guías o artículos sobre “Lo Mejor de Irlanda” o “Qué Hacer en Irlanda”, verán que muchas de ellas incluyen la ciudad de Belfast, aunque Belfast está en un país completamente aparte, Irlanda del Norte. El Reino Unido está formado por cuatro países: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Belfast es su capital y es la segunda ciudad más grande en la isla de Irlanda. Belfast está localizada en la costa oriental de la isla, unas tres horas al norte de Dublín, en el Río Lagan; su nombre, derivado del irlandés Béal Feirsde, significa “boca del río”. Fue un puerto industrial importante, jugó un papel clave en la Revolución Industrial, convirtiéndose en el mayor productor en línea del mundo. La industria de construcción también fue muy importante para la ciudad, y probaría ser fatídica y por la que se conocería siempre…
Cuando cursaba mis años universitarios, en pleno apogeo del “grunge”, surgió un grupo irlandés, The Cranberries, cuya cantante tenía una voz hechizante y cantaba sobre zombis. Pero no era sobre zombis… era sobre la guerra de las Irlandas. ¿Recuerdan esa canción, Generación X?
“…With their tanks, and their bombs
and their bombs, and their guns /
In your head, in your head they are crying”
(“Con sus tanques y sus bombas y sus armas, en tu cabeza, están llorando”)
Dolores O’Riordan cantaba sobre el bombardeo de la IRA de 1993 en Warrington, en memoria de dos jóvenes víctimas del ataque.
Y es que la historia de las “Irlandas” es triste y complicada. Desde la hambruna que causó millones de muertes en Irlanda y la emigración más grande de su historia, hasta los conflictos internos de Irlanda del Norte. Este conflicto, etno-nacionalista de finales del siglo 20, conocido internacionalmente como el conflicto de Irlanda del Norte o “The Troubles” (los problemas), a veces se describe como una “guerra de guerrillas”. Comenzó a fines de la década de 1960 y se considera que terminó con el Acuerdo del Viernes Santo de 1998 (Bill Clinton era presidente de Estados Unidos y estuvo en Belfast; Tony Blair, Primer Ministro británico). Aunque ‘los problemas’ tuvieron lugar principalmente en Irlanda del Norte, muchas veces la violencia se extendió a partes de la República de Irlanda, Inglaterra y Europa continental. El conflicto fue principalmente político y nacionalista, alimentado por eventos históricos. También tenía una dimensión étnica, aunque no era uno religioso. Un tema clave fue el estatus constitucional de Irlanda del Norte. Los sindicalistas / leales, que en su mayoría eran protestantes, querían que Irlanda del Norte permaneciera en el Reino Unido, como lo es hoy día. Los nacionalistas / republicanos irlandeses, en su mayoría católicos, querían que Irlanda del Norte dejara el Reino Unido y se uniera a una Irlanda unificada. Entre las décadas de los setentas y ochentas, Belfast era considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo, sin embargo, hoy día es una de las más seguras del Reino Unido.
Era precisamente ese pasado reciente tan complicado que me causaba mucha curiosidad conocer Belfast por mí misma. Estando ya en Irlanda, no iba a perder la oportunidad de visitarla. Me pareció una ciudad que lleva aún sus cicatrices de guerra, aunque ya como algo superado. Cuenta con un arte urbano muy interesante, que le rinde tributo a sus mártires, a su historia, a su lucha.
La topografía de Irlanda del Norte en general, pues obviamente es igual de impresionante que la de la República de Irlanda y para los fanáticos de la serie “Game of Thrones”, ¡es un paraíso!
Irlanda del Norte terminó su conflicto armado en el 1998, como decía, y aunque es parte del Reino Unido y Belfast tiene unas partes muy bonitas, no es como estar en Londres. Tiene un carácter muy suyo. Y eso es lo bueno de viajar, aprender de otros, ver contrastes, no es sólo ir a tomarse un selfie sin detenerse a apreciar donde se está.
A pesar de lo concurridos que son los tours a las locaciones de filmación de “Juego de Tronos”, la atracción turística más popular de Belfast es Titanic Belfast.
En este preciso lugar fue construido el infame barco que partió desde Southampton, Inglaterra, un 10 de abril de 1912 y todos sabemos el desenlace. El distintivo edificio que alberga esta colección es un tributo a la historia del Titanic y el innegable lugar de Belfast en la historia marítima del mundo. Andando por la ciudad también verás murales del capitán del Titanic, Edward Smith.
El Museo Ulster es el museo nacional de Irlanda del Norte y aunque podrás ver en detalle la historia del conflicto, también podrás ver una momia egipcia. La entrada es libre de costo.
Algunos paseos lindos que puedes hacer por la ciudad son por su Jardín Botánico, la Catedral de St. Anne, el reloj del Príncipe Alberto, Belfast Castle, Grand Opera House. El campus de la Universidad Queen Victoria es precioso, y data de 1849 cuando abrió como Queen’s College. Hay una residencia real en Belfast, que es el hogar del Secretario de Estado y el lugar donde se queda la Reina Isabel y otros miembros de la familia real británica cuando están en Belfast, Hillsborough Castle. Cerca al castillo, y una parada obligada, está Stormont, el edificio del Parlamento.
Games of Thrones: Para los amantes de la famosa serie de HBO, que pronto inicia su última temporada, Irlanda del Norte es el ‘hogar de tronos’. Filmada en Belfast y en todo el norte de Irlanda, la topografía costera, castillos históricos y paisajes impresionantes son el escenario perfecto para esta historia épica. Aquí puedes tener la experiencia completa y explorar los lugares de rodaje con un tour que te llevará a los muchísimos lugares de filmación que hay en Irlanda del Norte.
Mi sugerencia sería hospedarse en el Hotel Europa, céntricamente localizado al lado del Grand Opera House y cerca del Great Victoria Street, y aunque no te quedes aquí, puedes pasar por su barra y restaurante. Al igual que en Londres y en Dublín, no dejes de conocer los clásicos pubs de la ciudad. Crown Liquor Saloon, está ostentosamente decorado con losas que datan del siglo 19, vitrales y tallados en madera trabajados por artesanos italianos que vinieron a la ciudad a trabajar en las iglesias y fue un concurrido lugar de la era victoriana.
Kelly’s Cellar data de 1720 y aquí podrás disfrutar de música tradicional; se dice que en este lugar hasta se planearon rebeliones. Goza de una enorme selección de whiskeys y cervezas. No dejes de pasar por Duke of York, The Dirty Onion, un pub clásico con un toque moderno, y The John Hewitt, que lleva su nombre por el poeta local.
En Belfast podrás visitar los “Peace Walls” (Murales de la Paz), tributo no solo a ‘los problemas’ del país, sino a otros conflictos armados alrededor del mundo. También podrás ver la cruz celta más grande del mundo.
Me gustó haber tenido la oportunidad de conocer Belfast. Creo que toda la ciudad es un tributo a la superación de sus problemas violentos del pasado, mirando su legado violento y triste, pero con los ojos puestos en el futuro.
Bien dijo Colum McCann, escritor irlandés hace unos años, “Una bala debe suceder solo una vez, pero para que la paz funcione, debemos recordar su existencia una y otra vez y otra vez”.
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