Pareja inseparable de los tamales, el atole inició su recorrido a las mesas mexicanas de una manera que pocos conocemos, como una comida prehispánica. Este alimento podía encontrarse en las esquinas de pueblos y ciudades a casi todas horas, pero se le consumía más por la mañana, ya sea caliente o frío.
La variedad de preparaciones del alimento era sumamente diversa. Se podía preparar de maíz, avena, amaranto o tortillas molidas, y acompañarse de diverso ingredientes como frutos rojos, chile, tomate, quelite blanco, entre otros. Preparado con agua, este espeso alimento era degustado dulce con piloncillo, miel de abeja o de maguey, o salado preparado con base de chile.
El sabor de este alimento desagradó a los españoles, quienes lo modificaron, cociéndolo con leche y popularizando los atoles de sabor dulce que se han vuelto una deliciosa bebida en la actualidad. ¡De champurrado, chocolate o vainilla, disfrutemos el atole en todas sus presentaciones!
Ingredientes
Litro y medio de leche
1/4 kilo de masa de maíz
1 taza de azúcar
1 raja de canela
1 tablilla de chocolate de mesa
Preparación
1° Hervir la leche con la canela.
2° Deshacer la masa en un poco de agua y colar.
3° Verter la masa colada a la leche caliente, agregar el chocolate y el azúcar sin dejar de mover para evitar que se pegue.
4° Hervir sin dejar de mover por 15 minutos.
5° Servir al gusto y acompañar con un tamal.
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